UN HOMBRE Y SU OBRE DE ARTE
En una casa de adobe y teja,
Un día lluvioso de abril
Un hombre ha nacido.
El, de raíces indígenas.
En una casa llena de música
Y poemas,
A un hombre de abril se ha dado a luz.
El, de espíritu bohemio
Y carácter grave.
Con una voz de plomo
Y un sonrisa de aborrece el sol.
Que poco el abril hombre sabia,
Que poco imaginaba
Lo que el destino le esperaba.
Horas después de ese día de abril
En una noche nublada de octubre;
El destino lo abrazo,
Le dio un beso con una gota de hiel
Y una mirada de cal.
Un descendiente más de esa imagen indígena,
con el mismo carácter bohemio
y unos ojos de cristal soplado.
Amarillos rojos de canela otoñal,
Sabores amargos de niñez olvidada.
El no sabiendo como formar su nueva obre de arte,
Se dolía,
no sabiendo como manipular a ese molde de el.
Como dejar errar,
Por que el sabia que para aprender hay que vivir
Pero abril-humano quería evitar el dolor.
¿Como amar con mano de hierro?
¿Como explicar el alma de un soñador a otro?
¿Como difundir las palabras en un cuerpo lleno de poesía?,
Lleno de aventura y desprendimiento.
Hoy las horas se han convertido años,
El hombre de abril se ha vuelto más sabio con lo viejo
Y su obra de arte,
Yo;
Por fin he aprendido de donde vengo
y ruego en dios, seguir los pasos de ese ser abril-humano.
De el hombre, que en un día nublado
Me dejo entrar en su vida.
El hombre que me guió sin tomarme la mano,
Y me dio este regalo de vida, y la bendición tan maldita de la poesía.
Al hombre que me ha inspirado mi vida,
Al el que me ha dado el ejemplo,
Que ha sido me héroe, mi peor enemigo y hoy mas que nunca
Mi mejor amigo, mi padre.
Muchas gracias papa.
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