-¿Qué has dicho?
-¿A quién le hablas?
-Pues a ti, a quien más crees
-Y yo que sé a quien más oyes
-Deja de joderme y repite lo que has dicho
-Yo no he dicho nada, has de haber sido tu el que habló.
-Que si hombre, que dijiste algo y no te me hagas el güe…
-Calla, calla no digas nada, no se que habrás oído, pero te juro que no soy el responsable, ya debes estar delirando.
-No deliro, yo te oí hablar
-Otra vez, ¿y cómo supiste que era mía la voz que escuchaste?
-Porque aquí no hay nadie más
-¿Solo estas tú?
-¡Y tú!
-Por eso, solo estas tú.
-Acaso ya no existes
-Tú dime, ¿existo?
-Ah, esta bien, no me digas lo que has dicho pero ya no me tomes mas del pelo ¿entendiste?
-Yo si entendí, pero no estoy seguro de que tu lo hayas hecho
-Vete a la mierda
-No puedo irme, pero creo que tu si puedes
-¿Qué has dicho?
-Que yo no puedo marcharme, tu eres el que ha venido hasta aquí, tu eres el que se supone debe marcharse ¿no es así?
-Es increíble
- ¿Qué lo es?
-La manera en que impunemente te burlas de mí
-No soy yo el que se burla, eres tu quien lo hace
-Mírate, y aun lo niegas. Has dicho que he sido yo el que a ti ha venido, pero sabes que no fue así, tu apareciste de la nada.
-Para mi se aplica lo mismo, yo podría también decir que fuiste tu el que apareció de la nada.
-jajaja que cínico eres si yo estaba aquí desde hacia mucho tiempo
-¿De veras lo crees? ¿Estas seguro qué has estado en el mismo lugar todo este tiempo y no has sido tu el que llego a mi?
-No te soporto
-¿Por qué?
-¿Por qué?, ¡ja!, te has estado burlando de mi desde que has llegado y…
- Tú fuiste quien llego
-Yo no he ido a ningún lado
-Como quieras
-¡Cállate!
-Lo haré…
-Maldito loco
-¿Por qué te maldices?
-¿Eh?, si me refería a ti
-Por eso
-Te he dicho que te calles
-Lo haré
-Pero aun así te has atrevido a insinuar que me maldigo a mi mismo
-yo no insinúo, solo digo lo que siento
-¿Entonces sientes que estoy loco?
-Tu corazón ha dicho “maldito loco”
-Pero te lo he dicho a ti imbécil
-Pobre de ti
-¿pobre de mi?
-Si. No solo te llamas loco, también te dices imbécil
-Ya no te aguanto más
-¿Qué piensas hacer?
-Deshacerme de ti, callarte de una vez por todas
-Para acabar conmigo es necesaria tu muerte, para silenciar mi boca debes desaparecer primero.
-A que te refieres
-Tú que opinas
-Te crees muy valiente al retarme de esa manera, al creerte invencible y superior a mi
-En este momento somos igual de fuertes, por eso he dicho que para que el uno muera al otro le ha de suceder lo mismo
-Otra vez con lo mismo
-Si quieres dame muerte pero te advierto que conseguirás también la tuya
-No veo el por que
-Sencillo; por cada golpe que me des recibirás uno igual
-Un golpe tuyo, ja, no lo creo
-Será un golpe tuyo ya lo veras
-Ya veras insolente, te he soportado bastante pero es hora de darte lo que tanto te mereces
-No hables así, no mereces la muerte
...
-No te lastimes más
-Pero si eres tú el que he herido, eres tú el que ha recibido a mis nudillos
-¿Acaso no los has recibido de vuelta?
-Pero de que estas hablando imbecil ya estas desvariando?, ¿tan pronto?, si hasta ahora he empezado. No me has tocado ni una sola vez
-No serán mis manos la que han de matarte
-Pero si has dicho que por cada golpe que te daba iba a recibir uno igual
-Exacto, cuando dije igual, me refería a que seria la misma mano que golpeara a uno la que golpearía al otro
-Parece que no te queda mucho tiempo amigo, ya has empezado a decir estupideces, quien se golpearía a si mismo hasta morir.
-Tu ya lo estas haciendo. Por eso te corrijo diciendo que no solo no me queda mucho tiempo a mi, sino que a ti tampoco te sobra y cuando caiga uno, el otro se dará cuenta de que también se ha derrumbado
-¡Cuanta necedad! Si tu cuerpo se encuentra casi molido y el mío mas fuerte que cuando empecé a castigarte, ¡cuanta estupidez eres capaz de pronunciar!
-Veo que aun crees que el ardor en tu cabeza y el calor en tu cuerpo son la adrenalina y la sangre que brota furiosamente por tus venas
-¿Qué mas podría ser?
-Es el dolor de tus propios golpes y la sangre que fluye por fuera de tu cuerpo
-Ha de ser sangre tuya que ha manchado mi ropa
-No te has dado cuenta que no he sangrado, pues aunque mi cuerpo se encuentre en un estado lamentable y cada vez que lo golpeas se deteriora mas, no ha salido de el una gota de sangre, mas si miras el tuyo, aunque parezca lleno de vida y fortaleza, se desangra con la velocidad con la que el mío debería hacerlo, no te has dado cuenta amigo mío que todo este tiempo te he estado diciendo la verdad y que cuando te hablaba no me escuchabas, y solo cuando permanecí callado creíste escucharme.
-¿Quién eres tu? ¿Por que mi cuerpo sangra en el mismo lugar sonde golpeo el tuyo? ¿Por qué ya no me puedo detener?
-No te has dado cuenta que ese sonido que escuchaste fue tu misma voz, que yo permanecía callado hasta que me hablaste y me culpaste de haber interrumpido tu silencio.
-¡Cállate!
-Lo haré
-Ya has dicho tres veces que lo harás pero sigues atormentándome
-Cómo quieres que me calle si aun sigues hablando, no puedo callarme si tu no lo haces, pues mi voz es tu voz, es la voz que escuchaste.
-Ya ves que si, que si era tuya la voz, lo hubieras dicho desde un principio y nada de esto hubiera pasado
- Yo no tengo voz, mi voz es tu voz y en la soledad creíste que yo te acompañaría, que te ayudaría a soportar el infierno, pero siendo yo tu mismo me era imposible evitar que me odiaras, soy igual que aquel otro que escuchaste, un invento de tu amargura, soy la respuesta a esa necesidad de no estar solo, soy tus deseos, los que se salieron de tus manos y terminaron sometiéndote, tu imaginación resulto ser tu verduga, amigo mió ya lo dije una vez pero te lo diré de nuevo mi voz es tu voz yo soy tu reflejo distorsionado en el aire, no tengo sangre porque no existo mas que en tu cabeza y solo tus ojos son capaces de verme.
-¿Estás diciendo que estoy loco?
-Tu lo dijiste ya una vez, me llamaste “maldito loco”, te insultaste sin caer en cuenta
- Me duele todo
-Ya va hacer hora de que nos separemos
-¿Ahora decides largarte?
-No soy yo el que se va, eres tu el que muere. Eres victima de tus propias acciones, fuiste tu quien me invento y soy yo a quien odiaste, te ahogabas en tu soledad pero al final preferiste estar solo, deshacerte de todo lo que te acompañaba. Tienes miedo a estar solo, miedo a estar en compañía, miedo a estar vivo y miedo a morir, pronto todos tus miedos desaparecerán, pero con ellos tú, yo y todos los que creaste también lo harán.