SERÁ DE DIOS...
-Dios ha sido un tanto caprichoso desde tiempos inmemoriales. Eso me hace pensar que tal vez dios sea mujer. Sólo las mujeres son capaces de ciertos retorcimientos, ciertos juegos macabros. La simpleza no es femenina; la realidad en su compleja estructura es prueba suficiente para dudar de la masculinidad del creador. Piensa un poco... si dios es el creador, el que da vida... ¿por qué le dio sobre esta tierra esa misma cualidad a la mujer y no al varón?
La mujer de vestido blanco sonrió satisfecha mientras crecía un murmullo de discusión entre los participantes del encuentro. El hombre de larga barba negra levantó el mentón que tenía apoyado en su mano. Ignorando los demás comentarios, miró fijamente a la mujer y dijo:
- Es cierto en parte lo que usted afirma. El Señor le ha conferido a la mujer su capacidad creadora. Pero por esta misma capacidad, la ha confinado a permanecer en el hogar, ¿no es así? ¿Y a quién le ha dado la misión de salir a recorrer y vigilar su obra? Pues al varón, estimada amiga. Entonces, si dios ha querido que la mujer permanezca entre las paredes de su casa y el hombre decida sobre su creación, dios ha dado su poder al hombre. Esto es una clara señal de que dios es hombre.
Otra vez el silencio se quebró con las voces mezcladas de unos y otros aprobando o discutiendo las palabras del hombre de barba.
Una mujer morena, con los ojos encendidos como carbones, se puso de pie en una de las gradas más altas.
- ¿Y la sensibilidad?- dijo con una voz firme y clara que impuso un silencio más sorprendido que respetuoso.- ¿No es acaso la sensibilidad patrimonio de las mujeres? ¿No son ellas las que comprenden el alma del universo? ¡Y la crueldad! En su más pura forma, la crueldad y la sensibilidad habitan a las mujeres en igual medida. Nadie puede negarme que el creador ha dado muestras suficientes de compartir ambas cualidades con la mujer. Como ella, él es capaz de perdonar al más díscolo de sus hijos ante un crimen atroz, o matarlo en pos de la salvación de los demás hijos. Entonces, estimadas y estimados amigos, esto es prueba de que dios es mujer.
- No quisiera ofenderla en su...”sensibilidad”- respondió el hombre negro con turbante, provocando una risa apagada exclusivamente masculina,- pero... ¿por qué entonces es el hombre el depositario de la fuerza? ¿No es la fuerza patrimonio del Señor?
La discusión salió de control. Unas contra otros esgrimían los más variados y comprobables argumentos. La mujer más anciana se levantó con dificultad. Intentando no enredarse con su túnica blanca, caminó hacia el anciano sentado en la primera grada. Ambos se encaminaron hacia la enorme puerta de doble hoja que presidía el encuentro desde la cabecera, dejando en silencio el lugar por donde pasaban.
Parados uno a cada lado de la puerta, dirigieron la mirada a los presentes.
- Desde siempre- dijo la anciana,- esta misma discusión tiene lugar en cada ciclo de evolución. Ángeles, deidades, musas, profetas, todos esgrimen los mismos viejos argumentos en representación de la humanidad.
- Tras esta puerta está la respuesta que dará por terminado el encuentro. Pero la decisión de averiguarlo es vuestra.
Tras un largo silencio, infinidad de miradas se cruzaron buscando un consenso.
Un hombre y una mujer, de pié, respondieron afirmativamente.
- Bien.- dijo la anciana- Entonces, ved por fin a dios.- y dicho esto, ambos ancianos abrieron las puertas.
Y en el silencio sepulcral, todos pudieron ver que aquel cuarto estaba completamente vacío.
Yanina Martul
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