al otro lado de la pantalla
hay una voz,
insipiente canta
¡he allí le columpio de la sensatez¡
¡he allí el remedio de la soledad¡
¡he allí el paracaídas sin soga!

al otro lado del corazón donde
el que ruge parece ser el dinosaurio con
escarapela y una sazón de garúa,
salpica la nostalgia en cuadro de colores,
donde la razón descansa
donde las brasas de un deseo responden
donde los brazos abrazan
donde las mejillas sienten,
donde los recuerdos se esfuerzan por sonreír

¡he allí el consuelo,
la flor, y un dulce
en el labio!