Fueron capturados y apresados en oscuras mazmorras, se les negó el aliento y cuando fueron azuladas criaturas, carentes de vida, se les trozó con crueldad abismante para evitar algún reconocimiento, por lo que sus familiares jamás sabrán de su destino y lo que les quede de existencia será ocupado vehementemente en rememorarlos y tratar de encontrar aunque sea una diminuta partícula de aquellos seres amados que se alejaron para no regresar. No imaginan siquiera, esos infelices obsesionados, que los cadáveres fueron bañados en una materia oleosa y encerrados en brillantes urnas que se apilan unas sobre otras en inmensos cementerios iluminados, con opulenta fanfarria, para que otros seres fagocitarios las retiren con la avidez que les brinda su espeluznante apetito. Una vez tragados los cuerpos por sus fauces impunes, sólo quedará como evidencia, un despojo de ataúd metálico que irá a mezclarse con otros desperdicios en un vulgar tacho de basura. La historia se repetirá por los días de los días…

PD: Y allí estarán los fieles uneadores, como excelentes recolectores de estiércol y que ahora he podido comprobar que, por lo menos, se levantan temprano...