Esta enfermante necesidad de verte, me tiene desasosegada. Veo hombres a dos cuadras, con un cuestionable parecido a ti y quiero correr a confirmar la Duda. Quiero verte, y me asombra, pues no hay nada aun que me reitere que tú quieras verme a mi.
Espero a otra persona y sin embargo te busco a ti, solo a ti. Como si fueras a llegar, lo que de seguro hoy no tendría porqué suceder.
¿De dónde sale esta incierta certeza de que vendrás a mi? sé que te gusto, pero es no es suficiente para que ocurra el milagro de que me oigas entre el ruido de bocinas de la calle.