Hace mucho tiempo que te marchaste
Atrás quedó la lluvia marchita, no sé llorar.
Guardé los mil besos que me entregaste
Por si los pudiera volver a necesitar.

Un día más, el sol volvió a brillar
En silencio escuché las palabras de papel
Con miedo a sentir mi cuerpo tiritar
Al entender la universal lengua de babel.

En penumbras busqué tus caricias
Se las llevó el mar en su soledad
Procurando hallar noticias
Asalté el infierno de la tempestad.

Melancólica melodía me dejaste
Sangrientas heridas sin cerrar en mis oídos sin cesar
Abrasándome la vida pasaste
Ni un adiós al marchar, ni una palabra para recordar.