Desde el fin del camino
azotado por el viento temporal
no se ven señales ni destinos
tan solo huellas desapareciendo
bajo el fango y la oscuridad.

La sangre derramada,
los sueños ansiados,
las heridas del alma,
no tienen ningun valor,
desaparecen sin dejar
ningun rastro de color.

Y pienso que nada de esto ha importado
nada de cuanto he hecho,
nada de cuanto he sentido
ha sido mas real que un sueño,
que todo a mi alrededor
veo el teatro derrumbarse
ahora que se ha acabado la función,
tal y como empezó.

Relojes de arena congelados en mi nevera,
rastros circulares, ciclicos en la tierra,
dioses mecánicos, sistemas colgados,
embarrados en paradojas eternas.

Tornados de arena y polvo,
de infinitas vueltas y años,
de particulas invisibles
con conciencia propia.

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Inspirada por "In the end", de Linkin Park