Era un buen tipo 
eso decían 
los vecinos, 
los compañeros, 
la familia, 
y hasta los perros. 
 
Nadie se lo esperaba, 
ni entiende el suceso, 
ni la panadera, 
ni el peluquero, 
ni la de la tienda, 
ni el del cajero, 
ni la puta de la esquina. 
 
Era un buen tipo, 
siempre con una sonrisa, 
nadie quiso ver nunca 
sus colmillos afilados 
ni los regueros de sangre en su barbilla. 
 
Quien lo diría, 
si vestía trajes caros 
y camisas limpias, 
saludaba en las escaleras 
y no ponía la musica alta, 
si llevaba el pelo corto 
y lleno de gomina, 
zapatos negros brillantes. 
 
¿Como pudo pasar? 
Si usaba colonia 
y trataba de usted cuando debía 
compraba el periodico, 
si todos le querían 
los vecinos, 
la familia, 
los perros sin olfato. 
 
Era un buen tipo, 
egoista y sin principios, 
envidioso, soberbio, 
violento, 
pero eso si, 
en silencio, 
con trajes caros 
y una sonrisa en la cara. 
 
Un mal disfraz, 
sin sentido, 
para que no lo vieran 
los ciegos autoproclamados: 
los que no quieren ver, 
que los hay mas llamativos, 
y mas cosas de las que hablar 
¿Que mas dá si la hipocresia sufre bulimia?  |