Llenas de pliegues que marcan vida
con anillos de momentos privados y adictivos,
buscando siempre el modo de expresión
y el desahogo, o la compasión de la caricia.
La ansiedad comida en uñas adolescentes
y el dolor en la alergizante palma...
La enfermedad en la transparencia
de sangre que fluye y las enerva.
El pulso de mi vida paso a paso.
Contradictoriamente ágiles y tersas
detrás del esmalte, la tristeza,
y en el agitar del adiós, cuanta impotencia.

Tan pequeñas han sido y tan amadas,
tantas lágrimas escurrieron, sin palabras.
Tan fuerte sujetaron , y tan rápido soltaron,
en momentos disímiles de gloria
y en el honor del amor , protagonistas.

Tantas armas capaces de la muerte,
las requieren y las llaman poderosas.
Y en sus huellas todo queda y todo salta
registrando la marca y la deshonra;
el amor, el pudor y la victoria;
la pureza o la maldad también
levantan en ellas la señal que nunca falta.

Y a veces, en el momento del abrazo,
la esperanza de la paz se hace alas
Intentando desplegar en manos,
la libertad.