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Inicio / Cuenteros Locales / asairi / \" El anillo de Firia\" (mi primer cuento infantil, por fin!)

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Estaba una vez el hada Firia en su jardín, regando las flores. Y cuando entro a su casa a tomar una infusión de menta, se dio cuenta de que había perdido su anillo de plata, que contenían sus polvos mágicos, pronto pensó en ir al jardín a buscarlo, pero no lo encontró.

Angustiada pensó que quizá se lo había dejado en el bosque por la mañana cuando fue a coger fresas y se fue volando al bosque.


Se encontró con Kalú, el conejo, le contó su problema y pronto llamo a todos sus amigos para ayudarle en su búsqueda.

La ardilla Molongui rastreo todas las copas de los árboles, y ni en robles, almendros, ni castaños encontró anillo alguno.

Las mariposas, lila y rosita, fueron volando y preguntado a todas las flores del bosque pero ni amapolas ni margaritas ni tulipanes lo habían visto.

El gorrión, Agapito, sobrevoló el boque por el día y el búho, Don Hugo por la noche, más no encontraron entre las nubes el valioso anillo.

Los peces, Maria y Mario, nadando en su lago, bucearon las profundidades de este, mas no encontraron la joya. En los alrededores del lago, la rana, Piezi y su familia pies grandes ayudaron también, mas no hubo suerte.


Cuando ya creían que no tendría solución, todos los animales, decepcionados, intentaban animar a Firia, junto al lago.

De pronto, el más simple de los animales apareció, y dijo que el podría saber quien tenía el anillo.

Kily, la salamandra de pecho rojo, miraba con ojos de timidez a todos los animales que le miraban con desprecio...

- Jaja, mira quien dice que lo sabe - dijo Agapito.
- Y se creerá listo - añadió Piezi, entre carcajadas.

Todos se rieron de la pequeña salamandra que, con vergüenza y tristeza en sus ojos, dio media vuelta.

Entonces, Don Hugo, tan sabio, regañó a los animales por su comportamiento y les dijo que debía tener respeto y escuchar a su compañero pues quizá, tenía razón.

Y tan pronto como acabo, todo se miraron y se dieron cuenta de que no lo habían hecho bien, Kalú tan rápido como siempre, salió corriendo a buscarle...

- ¡Kily, Kily! por favor ven a ayudarnos, a lo mejor tu puedes saber quien tiene el anillo de Firia.

Kily sorprendido, y con miedo de que volvieran a reírse de él, miró a Kalú...

- Si, Kily, tú puedes hacer que Firia vuelva a sonreír.

Todos lo animales reunidos bajo un roble, escucharon a Kily...

- ¿ El topo, Hans? Imposible- criticaron las mariposas.

- Pero el topo Hans... ¡no habla con nadie!- objeto Piezi desde su nenúfar.

Kily siguió explicando su idea de que el anillo debió caérsele al suelo, después el topo Hans en su tarea diaria de agujerear el bosque, debía haber removido toda la tierra, así que el anillo ya no estaría donde cayó.

- Pero... Y... si es así... ¿ahora donde estará?- pregunto Molongui, la ardilla.

Kily sorprendido miro a todos y dijo, entristeciéndose, eso ya no lo sé.

Propuso ir a hablar con Hans, y todos aquellos que tenían alas fueron volando a buscarle y todos aquellos que podían correr fueron a pie. Cuando llegaron, Agapito se dispuso a preguntarle, más ante la seriedad y el mal humor de Hans se echo para atrás y tuvo que ser Kily el animalito tonto rojo y negro quien hablo con él.

- perdona, topo Hans, necesitamos hablar contigo- preguntó tímidamente.
- Que queréis animaluchos vagos? Todo el tiempo de acá para allá, sin hacer nada ¿que se os ha perdido ahora por aquí?- refunfuño el topo.
- Pues... se nos ha perdido un anillo, el anillo de Firia que contiene sus polvos mágicos. La pobre esta desconsolada, no sabe ya donde buscarlo. Se le debió caer y hemos pensado....
- ¿qué habéis pensado? Yo no lo tengo....- respondió ofendido Hans
- no, no, no pensamos que lo tengas solo que debe de estar en la tierra que tu has levantado, si fueras tan amable de decirnos donde esta....
- pues yo no la tengo. Se la llevo el duende Dovin, para hacer un huerto.

El duende Dovin era el mas antipático y gruñón de todos los seres mágicos y no mágicos del bosque. Nadie se acercaba a su seta, pues ningún animal era bien recibido allí y los seres mágicos tenían miedo de el pues había perdido sus poderes y temían que se los robaran... En realidad nadie conocía muy bien al duende Dovin.

Todos los animales se miraron y no supieron que decir, Firia, lloro sin esperanza de encontrar sus poderes.
Entonces la rana Piezi, pensó que debían intentar hablar con el pues quizá lo hubiese encontrado. Agapito pronto contesto, sin darse cuenta de que estaba en presencia de Firia:
- ¡Oh no! Si lo ha encontrado se habrá quedado con los poderes de Firia.

El hada empezó a tener miedo de perder sus alas y las lágrimas hicieron crecer el lago de Mario y Maria. Muy triste, echo a volar y se fue a su casa.

Los animales decidieron que no podían quedarse parados, debían de hacer algo por Firia. Entonces Molongui, dijo que ella lo haría, que ella iría a hablar con Dovin, pero en seguida Kalú tuvo una arriesgada idea:

El plan era perfecto, Piezi debía sacar la lengua y Kily subida en ella, debía de introducirse en el huerto y buscar la joya. No podían fallar.

Y justo cuando Kily estaba empezando a buscar, Dovin, se acerco y al descubrirlo comenzó a gritarle:

- ¡Animal estupido! Tú... tú... tú no puedes estar aquí, vete a tu árbol. –dijo entre gritos.

Kily llorando salio del huerto y corrió a contárselo a los demás. Todos se enfadaron mucho y pensaron que lo que se temían era cierto, el malvado Dovin tenía el anillo.

A pesar de las advertencias de Don Hugo de que no debían juzgar antes de tiempo, planearon una venganza contra Dovin, y así:

Kalú pensó en comerse sus zanahorias, la rana pensó mojar su puerta, la ardilla arruinar sus frutos, las mariposas cortar sus flores, el gorrión Agapito estaba dispuesto a picotear sus frutos... incluso el topo Hans quiso participar agujereando el huerto... pero cuando, estaban llevando a cabo su venganza...

Kily, que tenia muy buena vista, descubrió en la tierra del huerto algo brillante que lucia como el mismo sol, y que había quedado enterrado entre las raíces del huerto.

Entonces, todos los animales saltaron de alegría y lila y rosita volaron a avisar a Firia mientras Agapito fue a buscar a Don Hugo.

Cuando estuvieron todos reunidos y le devolvieron a Firia sus poderes, entre lágrimas de alegría y la sonrisa que de nuevo brillaba en la cara del hada, se dieron cuenta del grave error que había cometido con el duende Dovin, que ya había visto el desastre y lloraba en su seta. Y pensaron en la forma de pedirle perdón...

Todos participaron en la reconstrucción del huerto y los peces Mario y Maria decidieron hacerle una tarta bien mojada de algas que pensaron le gustaría.

Los animales con Firia fueron a la seta del duende y le pidieron perdón, Dovin les perdono y le encanto la tarta y a partir de entonces celebraron fiestas en la seta todos juntos como amigos... Y colorin colorado esta es la historia de este bosque encantado.





Texto agregado el 06-02-2007, y leído por 475 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
24-05-2007 Este cuento es el primero que leíste? el primero que te contaron? el primero que escribiste? Ainsss, me interesa saber!!! jijijiji Qué bonito!!! Me ha encantado!! Enserio asairi!! Es precioso. esta escrito y relatado fantásticamente. Si me lo permites voy a hacer algo: lo imprimiré y se lo contaré a mis niños del hospital, como soy voluntaria, y voy a cuidar a los niños al hospi y a jugar con ellos, pues me llevaré tu cuentecito, seguro que les gusta :) caotica
 
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