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De su cuarto a la puerta de él habían cincuenta y ocho pasos que cada día se desbordaban con impaciencia, nunca hablo de él ya que lo quería como un secreto además nunca pensó en tenerlo.
Las últimas veces que lo veía se sentía como un limón exprimido.
No era suficiente para ella verlo cerca en las horas que iba a dar sus charlas de fisiología a su padre.
Antonieta era una niña que se dejaba llevar por los espacios de tiempos y ha sus ojos ninguna cosa se escaparía.
Su padre fanático de la medicina nunca quiso que Antonieta saliera sin saber nada de lo que ha el lo volvía loco. Ella no le atraía para nada eso ya que ni siquiera era capas de ver una venda ensangrentada.
El un hombre que ya ha dejado la universidad hace diez años salía de su habitación cada tarde para charlar de sus años de gloria donde solo iban a estudiar gente rica o inmigrantes de países con suficiente ingreso económico.
Los hermanos de Antonieta se sentaban delicadamente sin meter ningún ruido y muy atentos a lo que su padre escuchaba con una cara de felicidad como si estuviese escuchando una melodía de Mozart.
Antonieta se metía a la cocina junto a su abuela para burlarse de aquel hombre que tanto lo vanagloriaba. Su abuela solo repetía entre risas:
-¡Que tipejo es ese yo no le he visto nada de honores!
Mientras Antonieta revolvía con la cuchara de palo la mermelada para la torta de su cumpleaños.
El niño Juan el menor de la familia saltaba de alegría ya que su hermana iba ser mayor de edad y así podrá salir con ella porque sus otros hermanos no lo tomaban en cuenta como ella.
Ya terminando la charla "aburrida “cómo decía Juan.
La mesa ya estaba lista todos pasando a sentarse.
El padre apurado para sentarse en la cabecera de la mesa apuro a su charlador diciendo el nombre que todavía resuena en los oídos de Antonieta.
Pase, pase a sentarse Sr Gabriel no se quede allí parado!.
Antonieta lo miro de reojo seguía cada movimiento hasta que el Sr Gabriel hizo un brindis por la medicina.
La abuela se echo a reír sin teniendo en cuenta a nadie y le pego un codazo a Antonieta susurrándole al oido: Viste que ridículo es este tipo espero chiquitina mía que nunca mires a un hombre que hable como este.
Antonieta la miro y con una carcajada le dijo: No se preocupe abuela lo tendré en cuenta.
Ya pasada las 23:00 de la noche todos estaban acostados, la abuela hacia su rosario de todas las noches mientras Antonieta quería que solo apagara la vela, aunque ya sabía que la abuela no lo iba apagar ya que antes se quedaría dormida.
Buenas Noches!-le grito pero la abuela ya se había dormido.
En la penumbra de la habitación solo bajo la luz de la luna que entraba por la ventana Antonieta pensaba en que estaría haciendo el Sr Gabriel.
Se levanto lentamente y se fue por el corredor donde habían traga luz así no sentía miedo por la oscuridad.
Ya contando los pasos que le faltaban para llegar a la puerta del Sr Gabriel. Su oído apresuro y no se escuchaba nada. Otra vez perdía el tiempo sin darle ninguna respuesta a lo que ella quería escuchar.
¡Que lastima!-Soltó con un tono de tristeza.
Se volvió con el cuello erguido contando los segundos para llegar a su cama.
En el corredor se veía una luz parecida a una luciérnaga que se movía lentamente.
Antonieta se asomo a ver pero la luz acabo en un cenicero.
¡Sr Gabriel!-exclamo ella aunque solo quería soltar risas de felicidad.
Buenas Noches Srta. Antonieta creo que usted venia de mi cuarto¿ o me equivoco?
Ella estremecida por la pregunta se quedo callada por unos segundos y quiso explicar que mañana iba ser su cumpleaños y eso la ponía nerviosa (Que mentira era esa ya que ni ella le importaba su cumpleaños).
El se puso de pie sin acercarse a ella.
Antonieta había olvidado que andaba con un pijama larguísimo que no se le veía nada.
Creo que todavía eres una niña para andar despierta a estas horas y eso no le hace bien para tu salud-le dijo el mirándola indicándole sus pies sobre el piso helado.
No, no creo que me resfrié ya que ahora cumpliré diez y ocho y no tendré de que molestarme-Entre palabras cortadas dijo Antonieta.
Y eso ¿que tiene que ver?-exclamo Gabriel
Mm tienes mucho sueño ve a la cama te pillara el desvelo y te quedaras igual que yo.
¿Igual que?-dijo Antonieta rápidamente.
Así desvelado. Fumándome un cigarrillo por la rabia que me da-le explico el.
Quizás allá alguien que le quite el sueño-dijo ella sentándose con los pies sobre la silla.
Jajaja ¿eso cree usted de mi? no lo vea así ya que un hombre de mi edad no cabe en los ojos de las mujeres que les gusta pasarlo bien y divertirse todo el tiempo-Dijo Gabriel.
Creo que usted no esta mirando bien-dijo Antonieta
deslizando la mano sobre su pijama.
El mirándola a los ojos le dijo: Estoy mirando perfectamente y veo todavía a una niña que hace preguntas que ni yo se responder.
Esta bien fui muy mal educada dijo ella apretando sus rodillas a la cara.
No lo eres ya que tus padres te criaron bien y lo siguen haciendo-dijo el mirándola tiernamente.
Ojala yo lo vea así Sr Gabriel ya que si le contara.
-dijo ella mientras el movió su cabeza con una forma de negación.
Usted Srta. no me tiene que contar nada y ahora me vino el sueño me iré a dormir.-Dijo el dando la media vuelta.
Espere un poco-Exclamo Antonieta parándose de la silla.
No, debo dormir ya que el sueño me pillo justo en una buena conversación con usted. Debería hacer lo mismo e ir a dormir.-dijo Gabriel inclinándose al lado de ella.
Antonieta alcanzo el rostro de el y no se contuvo a besarle la mejilla.
Buenas noches Srta. Antonieta y Feliz Cumpleaños-
le dijo rápidamente.
Antonieta reacciono a un simple "Gracias” le tomo la mano al Sr Gabriel y con sus dedos apretó la palma fuertemente.
El la miro fijamente sin darse cuenta de lo ella hacia.
Se separaron lentamente y ella supo irse sin ningún movimiento más que el sonido de sus pies sobre el piso.
El llego a su cama recostó la cabeza y recordó sus cuarenta y tres años sin ningún prejuicio.


*Para mi Amiga y compañera de grandes
momentos inolvidables
Bell Antonieta Lillo Seguel

Texto agregado el 07-02-2007, y leído por 303 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
02-03-2007 lo he vuelto a leer una y otra vez deberias imprimirlo y pasarselo a la Bell . ismaela
25-02-2007 Precioso cuento, pareciera autobiográfico, en fin sealo o no está muy bellamente realizado, con detalles que hacen desear seguir la lectura***** gfdsa_elisa
09-02-2007 muy interesante cuento, y al parecer relato de la vida real suele pasar que a jovenes de esa edad se enamoren de amores imposibles o imposibles para los demas jorge24
08-02-2007 Un cuento muy bellamente escrito sigue con tu estilo bien. gatelgto
07-02-2007 Bonito cuento, pero deberia lanzarse no? eslavida
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