Delante del espejo la mujer se abrió en dos el pecho y se revisó el interior muy minuciosamente. "Aquí no está, ni aquí tampoco" --se decía mientras se hurgaba un poco inquieta. Levantaba los órganos, los empujaba de un lado para el otro, pero el movimiento negativo que hacía con la cabeza, denotaba que la búsqueda era un fracaso total. Esa noche soñaría que su alma, vestida toda de blanco, la visitaría despierta una vez más.