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Inicio / Cuenteros Locales / Jenn / Un pecado por amor…

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Lucia era una niña de la clase baja del pueblo llamado “el guindo”. Ema, era la madre de Lucia, una mujer muy trabajadora y esforzada, trabajaba en lo que fuera para tener dinero y así pagarle el colegio a Lucia, ya que su padre las había abandonado desde que supo de su embarazo. Ema trabajaba como empleada en la hacienda, de la familia La torre. El dueño un hombre muy adinerado, su esposa una mujer enfocada a la iglesia católica y a los estudios de su único hijo Ezequiel, quien por su parte estudiaba en el mejor colegio del pueblo, ya que sus obligaciones y propósitos de su madre además, eran que, al graduarse de sus estudios, debía dedicarse plenamente a los caminos de la religión, para que así llegara a ser un gran hombre de Dios, y con su propia iglesia.

Ema siempre llevaba a su hija por las tardes, a trabajar con ella, para que la ayudara en las cosas de la hacienda.
¡Lucia!- Dijo su madre - ve a recogerme la ropa de los tendederos para luego plancharla. cuando Lucia camino a los tenderos, vio a la distancia a Ezequiel, sentado en el pasto escudriñando la Biblia, Lucia con la curiosidad de saber que tan entretenido he importante podía ser, camino de prisa y sigilosamente se acerco al joven y le dijo: ¿de verdad quieres ser un cura? -claro! contesto el; los colegios no entregan, valores ni enseñanzas que entrega la iglesia, y creo que a este pueblo le hace mucha falta.
-Ja…ja…ja… Lucia hecho unas carcajadas – y le volvió a preguntar- ¿tendré que confesar mis pecados contigo?
y antes de que el joven contestara, ella se alejo lo mas rápido, a los tendederos a terminar lo que le había mandado su madre.

Pasaron los días y Ezequiel siempre tenia el recuerdo burlón de lucia, y prefirió a escondidas de su madre enseñarle la Biblia, y contarle de el y que ella le contara sus historias y juntos compartir historias de la vida misma, hasta que todos los días, para ellos siempre era como el ultimo, vivían los días descubriendo miles de cosas en ellos, aprendiendo, entre risas y juegos crecían, sin darse cuenta que el ser interno en ellos, se desarrollaba tan rápido como el externo y ellos sin darse cuenta, porque solo disfrutaban el vivir y el compartir a escondidas de todos, solo ellos y los campos en donde se solían encontrar, eran testigos de sus vivencias.

Pasaron los años y al joven Ezequiel le quedaba, tan solo un año mas en el pueblo, para emprender su viaje y volver con los propósitos de su madre.

Un día en la tarde lucia se acerco a el y le dijo: tengo un pecado en mi vida, que se ha agrandado con el pasar de los años y quiero saber si Dios me perdonara por ello.
Entonces el la miro, a los ojos y le tomo las manos y le dijo;- todos tenemos pecados y nosotros mismos debemos encargarnos de eliminarlos, si de verdad lo queremos, pero debe ser con el corazón. Lucia le tomo el rostro y sin decir nada, lo beso en los labios, Ezequiel dejándose llevar por el momento tan dulce, cerró los ojos pero al abrirlos, vio a su madre que tomo el pelo de Lucia y de un empujón los separo, y gritándole en la cara le dijo: - ¡no quiero que te acerques más a mi hijo! – ¡y tu Ezequiel! te tengo estrictamente prohibido descuidarte de tus obligaciones, por mezclarte con los empleados de esta casa! - el joven dejo caer, los libros que sostenía en sus manos y corrió por las escaleras encerrándose en su habitación. Lucia aun agarrada del pelo por la madre del joven, la llevo hasta la cocina, en donde estaba Ema y le dijo: una vez más, que vea a tu hija besando a mi hijo, tú serás despedida de esta casa, solo por esta vez lo dejare pasar. Ema tomo a Lucia, una vez que la madre de Ezequiel se había marchado y le dijo ¿que hiciste…lucia? porque no piensas antes de hacer las cosas. Lucia respondió con lagrimas en sus ojos, madre… tu y yo hemos sido sirvientas de ella por tanto tiempo, que prácticamente me he criado en esta casa y tu solo trabajas para que yo estudie, pero no te haz dado ni si quiera un tiempo para conocerme, todo por darle tu tiempo a ella y a esta casa, mientras que yo he pasado casi toda mi vida, al lado de Ezequiel y a escondidas de ella, y sin pensarlo me he enamorado de el, y lo quiero, y te prometo que apenas tenga dinero suficiente, me marchare tan lejos de aquí, en donde surgiré y talvez sea mejor que ella, y si lo bese ahora fue porque deseaba besarlo…perdóname madre, pero la verdad a ti no te quiero traer problemas, pero quiero que me entiendas, quiero que entiendas en mi lo que significa amar y no querer que se vaya…

Ezequiel con mucha rabia encerrado en su habitación, y sin querer ver a su madre, cerró los ojos y se pregunto a si mismo ¿deseo de verdad los propósitos de mi madre? y la verdad, por mas que pensó, no encontró respuesta. Se acerco a la ventana y vio a lo lejos a Lucia llorar, el joven desesperado decidió tomar un lápiz y escribirle una carta, en donde comenzó diciendo:
Querida Lucia, siento que paso tan rápido el tiempo por mi vida, y sin darme cuenta aprendí a conocer, desde una hermosa niña curiosa, a una gran mujer que ha llenado mi vida, lamento mucho que cada instante que pasamos juntos, tuvimos que hacerlo siempre, a escondidas de mi madre, pero la verdad mucho antes de que te conociera mis obligaciones y propósitos ya estaban puestos en mi vida, por una mujer muy estricta, que es mi madre, y creo que tu lo sabes mejor que yo.
Y aunque siempre tuve prohibido estar cerca de ti, agradezco a Dios que me dio la oportunidad de tenerte siempre a mi lado, en donde nos conocimos en nuestras locuras en los campos y todas nuestras citas que siempre acordamos a base de miradas, que por cierto pasaron siempre desapercibidas frente a los demás, tantas cosas, Lucia que siempre , te prometo que siempre estarán en mi corazón, ya que he aprendido de ti algo muy importante, que en la simplicidad de las cosas esta lo mas grande, tu vida es simple lucia al lado de la mía, y sin embargo pareciera que nunca te falto nada, porque en lo poco siempre parecía bastante, porque parecías siempre llena y talvez satisfecha de la vida, y a pesar de que no tenias grandes privilegios y sin embargo eras tan feliz, las veces que estuviste conmigo, y sin embargo yo teniendo lo todo parecía no tener nada, agradezco tanto a Dios de ti lucia y te agradezco a ti por tu compañía, porque a pesar de todo nunca me sentí solo, le pediré siempre a Dios por ti y por tu madre, y así como te enseñe a rezar quiero que tu también lo hagas, por ti y por mejores oportunidades en tu vida. Quiero que sepas que aunque me cueste aceptarlo y decirlo por temor a mi madre te amo lucia y me he enamorado de ti, pero a pesar de este amor que me consume por dentro el corazón, he tomado una decisión, viajare a la cuidad esta misma tarde, prefiero alejarme de aquí y así emprender lo que verdaderamente debo hacer, y mientras se forme esta distancia eterna entre nosotros, prefiero mantenerla para no perjudicarte a ti ni a tu madre, termina tus estudios lucia, para que así algún día tu también emprendas tu viaje, lleno de esperanzas a algo mejor, te amare siempre, así como el propósito de mi madre ha estado siempre en mi, te recordare en mi corazón, porque desde el corazón he tomado esta decisión. No guardes, tu en el tuyo odio ni rencor, piensa que este mal momento solo a sido uno y los maravillosos que vivimos fueron miles.
Tu amor amigo siempre, Ezequiel…


Ezequiel bajo a la cocina a buscar un baso de agua y le entrego la carta a escondidas a Ema ella guardo la carta y Ezequiel esa misma tarde hablo con sus padres de su decisión y viajo a la cuidad para terminar sus estudios y comenzar en los caminos de la iglesia.
Ema siempre pensó que lo de ellos era un amor de niños, que a lucia tarde que temprano se le pasaría y talvez mas adelante entregarle la carta como un simple recuerdo.

Con el pasar del tiempo, al siguiente año a lucia le habían subido la mensualidad de su colegio, y Ema no tenia tanto dinero para pagarlo y lucia para no forzar a su madre con el dinero prefirió, no seguir estudiando.
Lucia por su parte siguió ayudando a su madre en los que haceres pero a escondidas, comenzó a guardar dinero para los planes que con el tiempo había pensado.
Un día se acerco a su madre y le dijo; durante todo este tiempo e juntado dinero para irme a la cuidad, y ahora que lo tengo estoy lista para emprender mi viaje.
Pero… ¡Lucia! Contesto su madre, ¿me dejaras sola? - ¡pero! madre, aquí no tendré futuro nunca, quiero trabajar en algo que me haga digna y no como empleada, quiero encontrar las oportunidades para mi vida, que este pueblo se que no me las dará, por favor déjame ir tranquila…! te prometo que vendré a verte.
Ema sabia que Lucia no volvería al campo, ni si quiera a visitarla si la dejaba partir en ese momento, la despedida seria para siempre. Pero Ema con el dolor de su corazón acompaño a su única hija al Terminal de buses que salían hacia la cuidad.
Lucia beso a su madre y entre sus brazos la apretó fuertemente en un abrazo casi interminable. Ema con sus ojos llenos de lagrimas, tomo sus manos y le entrego un sobre y le dijo; - cuando llegues a la cuidad ábrelo. Lucia la envolvió entre sus brazos y le prometió llamarla y mandarle dinero, apenas consiguiera un trabajo, prometió juntar dinero en la cuidad y así comprar una casa y llevársela a vivir con ella.
Lucia sin nada más que decir, con su corazón cerrado, duro y sin mirar atrás, tomo el bus y emprendió su viaje.

Al llegar a la cuidad rento una habitación y salio a comer un helado. Sus ojos llenos de asombro mientras caminaba en su paseo por la cuidad, vio un cartel que decía:
“se necesitan señoritas”. Lucia con su curiosidad entro, sin medir lo que le podría pasar al entrar y del brazo la recibió un hombre alto y robusto que le dijo, ¿vienes por el trabajo? Y ella nerviosa y tartamudeando dijo, si… ¡si! El hombre astuto, se dio cuenta que era una joven del campo y enseguida la llevo a una habitación, en donde hizo los tratos del dinero que ganaría y le entrego ropa y le dijo: con esta ropa deberás trabajar porque supongo ¿que sabes hacer un café? Debes ponerte detrás del mostrador y vender café, a todos los hombres que te lo pidan, ser amigable y conversar con ellos y tu horario será trabajar toda la noche y la paga será buena.
Lucia llamo a su madre avisándole que ya tenía trabajo y que estaba muy bien. Ema sin saber de que se trataba y muy contenta por la noticia le corto el teléfono, esperando poder escucharla de nuevo.

Pasaron los años y Lucia trabajaba toda la noche y dormía toda la mañana, exhausta de estar tantas horas detrás de un mostrador, con ropas casi al desnudo y sirviendo café.
Lucia era la mejor de su trabajo, y además de vender, pasada la media noche debía bailar sobre el mostrador y hacer el mejor espectáculo para los hombres. Lucia era la admiración de todos los clientes habituales del local y la envidia de todas sus compañeras. Ganaba mucho dinero, pagaba la renta de la habitación, le enviaba dinero a su madre y juntaba dinero en una cajita, para la casa que le había prometido que compraría antes de partir.

Un día lucia acostada en su cama se sentía cansada y recordó que al subir al bus su madre le entrego un sobre el cual nunca abrió y en ese momento decidió abrirlo. Encontró unas cuantas fotografías, dinero y la carta de Ezequiel. La leyó y mientras el recuerdo la invadía sus ojos se llenaron de lagrimas, pero se sintió sucia de su propia vida, porque el momento le trajo los recuerdos de todas las cosas que le dijo a su madre, y se dio cuenta que su trabajo no era tan digno como ella lo prometió, y aprovechándose de la lejanía y la distancia que la separaba de su madre, siguió engañando, mintiendo tras un teléfono y a pesar de todo siguió adelante ganando dinero.

Se sentía exhausta de su trabajo que le estaba agotando su vida y sucia de tantas mentiras, se levanto temprano por la mañana de un domingo y se dirigió a una iglesia.
Se sentó y al comenzar la misa, entra el padre quien al llegar adelante al pulpito se dio cuenta que era su gran amor Ezequiel. El padre comenzó como de costumbre y al verla sentada hay, su voz bajo el tono, tartamudeo y vacilo al hablar y a pesar de su nerviosismo prosiguió la misa, la cual ese día fue más corta de lo acostumbrado. La gente se retiro poco a poco y Lucia siguió sentada, la iglesia se encontraba absolutamente sola, ella con los nervios ni si quiera se atrevía a caminar. Ezequiel se acerco y ella lo tomo de las manos como la primera vez, lo beso con sus labios suaves pero intensos, le acaricio el rostro y lo abrazo intensamente apretado, Ezequiel sin medir espacio, tiempo ni lugar, tomo a Lucia entre sus brazos y la desnudo, juntos los dos sin nada que decir, sin palabras que pronunciar demostraron su amor, su extrañeza, su desesperación por estar juntos, que con el tiempo se congelo, y afloraron añejos recuerdos que habitaron por años en sus corazones, Lucia lo amo con su cuerpo desnudo, sin medición con sus manos dibujo su cuerpo desnudo, en su olfato grabo su aroma y en su gusto la textura de su piel, con sus manos continuo dibujando su figura y cada rincón de su ser. Lucia sintió la gente murmurar afuera, y los nervios la invadieron, se levantó y muy apresuradamente tomo su vestido, Ezequiel reacciono al ruido que emitían los visitantes afuera, y le dijo a Lucia que se apurara, y que se fuera lo mas lejos que pudiera, Lucia sin entender le dijo, ¡leí tu carta…! y el hasta las entrañas de dolor, solo le dijo: ¡vete Lucia! – Lucia tomo su cartera, Ezequiel cerro las puerta de la iglesia, dejando a Lucia que se marchara y dejándolos a todos los visitantes afuera, desnudo su espalda y de rodillas frente a un crucifijo, se golpeo una y otra vez, por su mente solo pasaba la idea, que el castigo lo limpiaría del pecado, le limpiaría la carne y la piel y su alma volverían a ser intactas, se golpeo y se golpeo, una y otra vez y su brazo cansado de tanto golpearse, callo al suelo y lloro a gritos desesperado, en el silencio por una elección, que añejos recuerdos le trajo una vez mas a su mente ¿deseó de verdad los propósitos de mi madre? recordó la carta, recordó el rostro y el cuerpo de Lucia y ahora que es demasiado tarde se dijo a si mismo, solo me debo ¡preguntar! ¿Dios o el amor?.....

Texto agregado el 16-02-2007, y leído por 117 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
16-02-2007 Excelente historia! Felicitaciones. Taconvino
16-02-2007 Fue un gusto haber leído este relato.***** FENIXABSOLUTO
 
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