| Nublado en la mirada,observando el silencio
 camuflado con la nada,
 solo hay dos personas:
 Yo... la memoria...
 un extraño y lejano sonido.
 
 Ahora dejas de gritar,
 puedes hablar
 y ves como de a poco
 se aviva la llama
 que en el recuerdo creías extinguida,
 que había resistido...
 escondida...
 
 Ordenando el rompecabezas,
 colocando pieza por pieza
 en su lugar,
 calificando el mejor orden
 para volver a mirar,
 ¿pero como hacerlo
 si en tus ilusiones hay miedo?,
 si hay desastres,
 si hay derrumbes entre el cielo.
 
 El paraíso en llamas,
 un incendio en tus sueños,
 realidades opuestas
 en el tiempo,
 perdido...
 sereno
 y una conexión q sientes
 mas allá de un simple recuerdo.
 
 Abriste mis brazos
 como un libro
 sin leer,
 y encontraste mis latidos
 que latían por tu voz,
 que latían por tu simpleza,
 por tu perfección,
 mis brazos abiertos
 para protegerte...
 para protegerte del dolor...
 
 Quieres decirlo,
 sentirlo,
 pero algo se opone,
 tu naturaleza
 no encuentra una de las piezas,
 no puedes terminar de ordenar
 esa mirada perfecta,
 esa mirada
 con la que sientes el mundo a tus pies,
 esa mirada
 con la que logras una marca,
 que logras
 que los momentos inunden
 tus lágrimas,
 que derrames felicidad,
 que extirpe de tu pecho
 el alma,
 el corazón,
 los principios...
 esa sensación.
 
 Abriste mis brazos
 como un libro
 sin leer,
 y encontraste mis latidos
 que latían por tu voz,
 que latían por tu simpleza,
 por tu perfección,
 mis brazos abiertos
 para protegerte...
 para protegerte del dolor...
 
 Una vez más
 un sentimiento inmóvil
 que jamás pudiste olvidar,
 sabes que es tiempo,
 sabes que es sincero,
 sabes que con ella...
 vencerás el infierno,
 sabes que con ella...
 encontraras el rumbo
 al cielo...
 que con ella...
 eres la verdad
 en tu cuerpo.
 
 Abriste mis brazos
 como un libro
 sin leer,
 y encontraste mis latidos
 que latían por tu voz,
 que latían por tu simpleza,
 por tu perfección,
 mis brazos abiertos
 para protegerte...
 para protegerte del dolor...
 
 
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