Cuando enrumbados recuerdos 
               me acosan de momento a 
momento, ¿Será por algo? 
               Algo que no recuerdo, ya qué: 
                                      No lo he vivido. 
 
Pero: ¿Por qué lo recuerdo? 
                        Si no hay registro en 
                        mi cabeza. 
 
Serán sueños que ya los tengo 
               totalmente empotrados 
¿En mi cara? 
¿En mis labios? 
¿En todo mi ser? 
 
Espero que estos recuerdos perduren. 
Espero estén hoy, pero: 
Más que nada; mañana; 
cuando ya dormitemos, en la misma cama, 
cuando dejemos de ser, lo que somos. 
 
Amantes  
de camino; 
de cuartos; 
y de tres camas. 
 
Siete veces te he dicho 
lo que amo de tus ojos. 
Cuatro veces te he mentido. 
 
Solo se decir con mis labios 
te amo, 
te amo preciosa; 
tal como eres. 
 
Ya te miro; 
acércate a mis labios, 
a mis manos; 
a mi vida. 
 
 
Se que pronto estarás 
escribiendo palabras tras palabras 
al conjunto de mi vida. 
 
Ese pronto será mañana. 
Mañana que llega; 
mañana que espero. 
 
Vida: 
Dadme vida, 
dadme amor, 
dadme fuerza para esperar. 
 
Otra vez pregunto: ¿Vida mía? 
¿Espero mañana, para asir tus manos entrelazadas con mí pecho? 
Te espero, para lo que tú quieras. 
Te espero para que esos recuerdos: mañana; 
sean solo recuerdos del pasado. 
pero no de mi imaginación morbosa y perturbante, 
sino recuerdos de un viejo amor, 
nuevo y retoñando por más tiempo para observar. 
 
Esas palabras, fotografías mentales, 
labios sudorosos, me pertenecen. 
 
Una vez más pregunto 
¿Eres mía? 
Y respondo: 
Quizás, pero quizás no. 
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