Las finas lineas del atardecer comenzaban a imbuir la habitación, haciendo que las paredes blancas se tornasen rojizas. La habitación era bastante vieja, aunque todavía quedaban algunos reflejos de epocas ya muertas.

Estaba tumbado en la cama, viendo como el techo se iluminaba con coleres rojizos y dorados cuando los rayos del atardecer se cruzaban con el samovar. La situación era extraña, hacia una semana me encontraba en Jaén, atareado con la interminable marcha de examenes y horas de sueño en la biblioteca, y ahora me encontraba en algun lugar de europa, perdido sin remedio o quizas era yo mismo el que habia querido perderse.

EL viernes pasado, tras finalizar el último examen senti algo extraño, como una necesidad superior a mis fuerzas y seguido de esta necesidad coji mi mochila le meti dos mudas y otro par de zapatos, y cuando iba a darme cuenta estaba cruzando los pirineos en tren, rumbo hacia un horizonte incierto.

Cuando llegue a Paris, deambule sin rumbo por el sena, visite todos los lugares turísticos, y sin embargo aun así esa extraña fuerza que me guiaba en este viaje me seguía impulsando, ahora hacia el este, y de ese modo, tome el primer autobus rumbo a cualquier lugar del este, no mire ni dirección ni idioma, solo me dejé llevar por esa corriente con el fin de que me llevase donde me llevase, mi ser se sintiese tranquilo por fin.

Y es de este modo, como llegue aqui. Cuando el tren hizo su septima parada en ese pais del cual desconocia hasta el nombre, decidi bajarme en un pequeño pueblo, era bastante corriente, aunque las construcciones no eran como la de los pueblos andaluces o del norte de españa, erauna imagen tipica de postal.

Comence a deambular por las calles, aunque el pueblo no estaba nevado se notaba que no estaba en andalucia por que el frio era atroz, al cabo de un cuarto de hora recorriendo el pueblo encontra un hostal pague a habitacion sin decir nada y subi, eso fue anoche y ya esta atardeciendo de nuevo.

LLevo durmiendo mas de 16 horas, de modo que decidi bajar a cenar algo, si bien a mi me daba igual, pero mis tripas comenzaban a resentirse.

Fui descendiendo lentamente por lña escalera de madera,la cual iba crujiendo a medida que descendia. Una vez avajo, el anciano del dia anterior me observaba sin decir palabra, creo que ambos estabamos igual sin saber que decir, y entonces se me ocurrio preguntar en ingues donde estabamos. El hombre me miro un poco con cara extraña, pero rapidamente llamo a su hija, una joven bastante guapa que rapidamente me respondio en ingles........

Espero queles haya gustado algo, la verdad es que estoy sin ideas espero poneros aqui la continuacion dentro de poco y por cierto perdon por las faltas de ortografia.