Me gasta; de un momento a otro, 
la vida gorda y grasa que el potro 
me dejo en este camino corto. 
 
Hoy; una vez más me atemorice 
en la misma letra que aterrice, 
en la vida que hasta hoy; nunca utilice, 
y lloré con el mismo aporto; 
que la vida me enjugó. 
 
Tuve el temor de perder todo 
	y con el sentimiento en el corazón 
y con la vida en el lamento 
	y con la esperanza que todo se enjuagó. 
 
Es la hora, 
no existen repuestas 
ni aventuras que inventar, 
y el amor, que hundí, 
hoy duele 
y me aparta de la vida en estas fragatas. 
 
Dime mañana:		 si la vida me dio el dolor 
dime mañana;		 si la vida me dio color 
dime: 
Pero dime mañana;	 sin pudor 
si me cantas o me mientes con candor. 
 
Ve, 
		mira 
	observa 
		lo que mis ojos no logran descifrar, 
			pero te indico el mismo verdor 
que antes, 
		con escribir me entendías. 
 
Sube 
		escala 
	supera en mí peregrinar, 
		día con día. 
	Tiempo a espacio, 
y me miras en este lugar 
		lo que  nunca pregunte si es sólo una especie 
	que hoy 
		quizás ya 
	he de pagar. 
 
No entendiste nunca mis letras 
tampoco las mañanas que puse, 
sin pensar lo que quise decir, 
pero si sabes que es todo en silencio 
	de la vida 
		de la soledad 
	de la incertidumbre que no me aleja, 
		sino el recuerdo que llevo. 
 
Cuento los pasos de la cama al baño 
cuento los lamentos de la casa al bus 
cuento los deseos del balcón al asfalto. 
 
Nada te cubre, nada te pese 
busca el colmillo que dejé 
		píntalo de oro 
		póntelo con el adorno 
que nunca, nunca quite 
bajo tus labios. 
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