¡Ay! Coca: ¿que haré contigo?
Uno de tantos seres desechables en el olvido,
Travesti con alegría y penas desde el hastío,
Travesti pobre y rebelde, Loca hasta el desvarío.

Mujer con nombre de hombre, con el cuerpo envejecido,
….y recién tienes 41, y vives en el castigo.
Con ese cuerpo maltratado, golpeado por tantos machos,
que quisieron tras tus nalgas, sus miedos haber dejado.
Y se te van colando en alma, como pájaros mareados,
que dan vueltas y vueltas, sin al cielo haber llegado.

¡Ay! Coca: ¿que haré contigo?
Con tu pobreza a la rastra, con tu analfabetismo.
Tu solo sabes de noches, eternas en el vacío.

Y sin embargo, le quitas al sida su espacio mortal de muerte,
y la miras siempre de frente, con ganas de haberla mordido.

Y con tu sonrisa coqueta, y tu tatuaje de mariposa,
te vas ordenando la ropa y pasas ligera a otra cosa.

Y yo me quedo pensando en tu historia de miserias,
de saber cuidarse el pellejo, cuando los lobos andan cerca.

Y me quedo con tu humor chispeante, de “putita” de barrio obrero,
donde todos te conocían y se mofaban de tu cuerpo.

¡Ay! Coca: ¿que haré contigo?
Para no olvidar tú sentencia que se inscribe en tu vida,
con tal y tal inmanencia, destrozando discursos escritos,
escritos con letra muerta, donde la diversidad y la cosa,
parecen -a ciencia cierta- que se van quedando cortas,
ante la desgracia que acecha

Y por ultimo, a quien le importa hablar de identidades diversas,
si luego en el cotidiano, las diferencias apestan,
y queremos hacernos iguales, a costa de la diferencia
¡Ay! Coca mujer valiente, ¡Ay! Coca:.……. ¿que haré contigo?