“Ah, si yo pudiera alejar este mal 
que me quebranta hasta las heces”  
Napoleón Fuentes. 
 
 
Vulneras mis derechos al silencio 
sin que una molécula de remordimiento 
se note en tu clara mentira política. 
 
¡No empujes más mis derechos! 
casi llegan al abismo; 
el cual, te advierto, no quiero sortear. 
 
Con suaves presiones, 
sin que siquiera lo note, 
me alejas de la verdad 
de la libertad 
de la vida,... y me empujas ya 
al encantado de las tierras vírgenes 
tierras grandes, 
con tigras y valientes. 
 
Contar los matices de un olvidado pizarrón 
me he procurado establecer; 
en imágenes turbias que ahora llevo a cuestas. 
 
Has tratado de imponer tu precepto 
has tratado de abatir mi vida 
has tratado de desnaturalizarme 
has tratado de arrasar mis ideas 
mis movimientos 
mis voces. 
Mi yo. 
 
Cuando me encuentro en desahogo, 
recuerdos caen como chispas de miel, 
que muy deliciosas enjuagan mi ser. 
 
Ya me dispongo para lo que sea 
se que chocaremos en un camino 
en un riachuelo 
en una colina 
en un pasto machacado, 
pero nos encontraremos. ¡Allí! 
Arquearemos las fuerzas, 
mas las mías que las tuya; 
mas las tuyas que las mías, 
de cualquier manera las mediremos, 
y que pase lo que pase 
y se hará; ha como ha de ser. 
 
Tiempo pasa 
vida encanecida, feliz 
memorias grandes, dolorosas 
cicatrices de psicosis, de fuego 
hongos en la mente, en la piel. 
Estoy en gracia, 
mi fuerza fue mayor 
mi vida más grande 
mi fusil fue libertario.  |