Ana y Tonito, se encontraron con tres caminos, Pasado, Presente y Futuro, en cada uno de ellos, podía leerse el siguiente aviso, “ Esta travesía tiene entrada pero no salida”.
Tonito, con espíritu más aventurero, entusiasmado dijo:
—Nuestro presente y pasado ya lo conocemos, entremos al futuro, será emocionante ver y conocer cosas nuevas.
Ana más precavida, le respondió: —Recuerda que no podremos salir, ¿Por qué arriesgarnos? Nuestro presente no es malo, vivimos humildemente pero tenemos unos padres que no nos dejan faltar nada y nos brindan mucho amor.
—Tienes razón —respondió Tonito, —pero esta es una buena oportunidad para conocer algo nuevo, tomemos el sendero del pasado.
—Está bien, respondió Ana —No hay peligro, nuestro pasado ya lo conocemos, el “hoy” es su continuación.
Así fueron retrocediendo en el tiempo, pasaron por festejos de cumpleaños y Navidades junto a sus padres, Ana y Tonito se vieron por primera vez ingresando a la escuela, siguieron viajando hacia atrás hasta ser bebés, disfrutaron los mimos de papá y se prendieron con avidez a los pechos rebosantes de néctar dulce de mamá , hasta encontrarse en el tibio y confortable vientre de su madre. Ellos creyeron que allí terminaba el viaje, pero fueron retrocediendo hasta que sus cuerpos se convirtieron en polvo mezclándose con el polvo de la tierra y sus almas abarrotadas con otros espíritus esperando reencarnarse en otro vientre, pero para ellos no habría otra oportunidad, habían tomado un camino sin regreso.