Veneno de las miradas
veneno emanado de tus ideales
veneno sucio y maligno,
que no se acaba con tu presencia.

Tienes en tu lomo
el dolor de todo un pueblo
lo tienes llenos de sangre y muertes
igual que tu maligno color,
impreso en tu bandera.

Sos el diablo floreciendo
sobre la maleza que cubre el árbol
y que vida nos da, sos lo que el pasado
ha negado en las horas de libertad
.

Sos y serás mi enemigo acérrimo
cual nunca tenderé mis manos
para ayudarte a salir del lodo,
unicamente tenderé mis manos para
levantar la sepultura que al final usaras.

No creas que te tengo miedo
no he bajado mi bandera;
al contrario la llevo conmigo mismo
en cada paso que doy.

Ya vendrá la hora, la verdadera hora
de tu caídos
y en ese momento yo estaré
presente en primera fila
para verte retirar por siempre.
Y mi alegria sera tu tristeza.