Hace frio aqui, pero tampoco es momento ni lugar para preocuarse de esas cosas, vamos digo yo...

Mi mirada perdida buscaba que una solucion inminente a todos los problemas apareciera de repente por una esquina, o eso o que me habia quedado tonto mirando una farola, que todo puede ser a estas alturas. Mi capacidad de razocinio habia disminuida considerablemente, (mas que de costumbre) y solo podia pensar en una cosa, en ti... y en la puta farola que estaba justo delante mia... ¿a quien cojones se le ocurrio poner una farola en el medio de la calle? bueno a lo que vamos.

Alli estaba yo, rezando por una solucion divina a un castigo infernal que sufria desde hace un par de semanas, un tiempo breve pero suficiente para saber que no podria aguantar mucho mas, el silencio era mi unico acompañante, era desesperante. Pero habia un tal Murphy (que era un poco hijo puta) que decia que si algo malo podia ser peor, seguramente acabaria siendolo. Bueno pues las leyes de este cabron se volvieron a cumplir. Apareciste tu por detras de la farola, y me vistes sentado y totalmente petrificado, te sentastes a mi lado e intentastes adivinar hacia donde miraba...

-¿por que miras a la farola?
-No miro a la farola
-¿entonces que estas mirando?
-Nada

Una conversacion muy interesante de la que se podria hacer un estudio, pero bueno. Realmente yo no estaba pensando en nada, ni siquiera estaba mirando la farola (...) estaba esperando.

-¿Bueno y que haces aqui? Me preguntastes suavemente.
-Nada
-Bueno... Pues yo solo venia a despedirme, ya sabes que me voy ¿no?
-Si, si lo sabia.
-Bueno pues nada ya te llamare y hablamos, y cuando venga por aqui quedamos y nos vemos ¿vale?

¿¿¿De que pensabas que me serviria eso???

-Vale, ya nos veremos.

Te levantastes y te fuistes sin apartar tus ojos de los mios, aunque mo cobardia no me permitia apartar mi mirada de la farola, pero de repente un arranque no se si de valor o de locura, me hizo girar el cuello...

-¡Oye!

Y te girastes...

-¿qué?
...
-No me olvides...

Fue entonces cuando tus ojos se clavaron en los mios, sin piedad, destrozandome en cada segundo que pasaba, hasta que no pude aguantar mas (maldita sea) y tuve que volver a la farola...

Silencio, solo se podia oir silencio, y en mi cabeza, mi pequeña conciencia recriminandome mi cobardia. Pero todavia quedaba tarde... Por la esquina aparecia alguien que me sonaba un poco, era mi alma...

-¿que pasa tio?
-...aqui estamos...- mi alma me miraba como si supiera algo que yo no sabia.
-Bueno coleguita solo queria decirte que ha sido un placer cohabitar en tu cuerpo estos veinte años, no ha estado mal, a ver, tampoco eres el alma de la fiesta ni nada de eso, pero tambien me podia haber tocado alguien mas feo...
-Pero si tu eres mi alma, ¿a donde te crees que vas?
-a ver amiguito, no te enteras. Yo voy donde tu quieres pero no te atreves, me voy con ella, y tu no te vas a mover de aqui, por que lo se yo, que te conozco. Asique ya sabes a partir de ahora no te vas a tener que preocupar de tu alma, por que ya no tienes, asi que...

No me podia creer lo que estaba pasando, mi alma se iba contigo, a donde quiera que fueras, estaba decidida a seguirte.

De repente me vi solo, pero solo de verdad, no estaba ni yo. Es por eso que ahora digo que yo solo estoy solo cuando estoy sin ti...

Y alli estabamos la farola y yo. Y al dia siguiente solo la farola...