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La columna del Martes: Glamoures y farándulas. La compi del nome.

Segundo episodio, más tranquila y lista para emprender mi labor (eso es lo bueno de tener un compi con el que turnar; más tiempo). Pero no se crean que es muy fácil tampoco, que por estos días mi país está sublevado y así… nadie puede trabajar!!!

Desde un tiempo a esta parte la digna societé fashion está invadiendo todas las mentes locales (y de paso la mía, claro) de forma categórica, y en todos los rincones se siente el murmurar de la gente que habla y opina con sumo derecho de la vida de todos los “famosos”.

En vísperas de una boda real (o sea, un futbolista top y una modelo top) a los contrayentes les bajó el arrepentimiento y cancelaron todo. Un país entero elaborando hipótesis de las más variadas formas y colores. A una semana del incidente aún resuena el crepitar de voces que defienden a uno u otro. Lamentablemente pasado el tiempo y cuando todo se comenzaba a tranquilizar (término algo reducido) nos encontramos con el festival de la canción de Viña del Mar. Y nuevamente el glamour, los rumores y esas típicas especulaciones que transforman al pueblo y su poder popular en homologaciones de simples espectadores, y el poder en piper meter.

Todo este aparataje de complots mentales en torno a figuras del jet-set me hace cuestionar muchas cosas. Es que… ¿estamos viviendo la vida de esos otros? o ¿esos otros están viviendo la vida que siempre soñamos? Y si es esto último, ¿es esa la vida que realmente queremos?.

Y claro que suena atractivo vivir en la adoración (y también en la especulación) de la gente, además obviamente del poderío que siempre reviste pertenecer al selecto grupo de “fama”. En lo personal no es algo que me motive en exceso, pero supongo que a muchos le puede resultar interesante ser el centro de atención de las miradas y ser la convergencia de variadas charlas (aunque suene egocéntrico).

Cuando era pequeña recuerdo muchos veranos jugando con mi hermana a ser cantantes de moda; coreografía, disfraz y hasta la infaltable firma de autógrafos (uno solo). Todo un montaje. Con la edad y la pérdida de esa magia (la de jugar), recuerdo momentos de la adolescencia donde me soñaba de novia con importantes actores y músicos (como tres años anduve con Joe de los new kids on the block).

Armando este recuento mental de algunos episodios, raramente siento que cuando me he creído el centro del universo (uno bastante reducido eso si) no me he enterado de ninguna noticia faramallera y ni me importa, a la inversa, cuando más vacía me he sentido, más cerca he estado de todo el rumor televisivo.

Parece que ambos están ligados, pero no lo sé con certeza. Sin embargo, hacer el ejercicio me hace pensar menos mal de lo que creía en un principio. Como si de algún modo el estrellato fuera un elemento del desarrollo vital… ahora me pregunto ¿qué habrá sido de las épocas en que no había farándula? pobres personas…

* 2913 caracteres con espacio título incluido (Blanquita)

Texto agregado el 24-02-2004, y leído por 426 visitantes. (5 votos)


Lectores Opinan
26-02-2004 "El fenómeno de la prensa del corazón no es tan reciente como pareciese. Durante 10 siglos se ha comentado en extenso el caso del dramático romance de Pedro Abelardo con la adolescente Eloísa, pero los aportes de este maestro escolástico a la filosofía y a la teología sin duda nos resultan mucho menos conocidos."Nos recuerda Rodolfo Arenas, interesante planteo el de esta columna. Cuando los pueblos viven pendientes de las tres "c" de los ricos y famosos, algo muy serio está pasando en el cuerpo social. Sin duda, como bien señala Blanche en su comentario este tipo de "utilización mediática" de la farandula tiene que ver con el periodismo de mercado y el rol social de los medios. Sólida, ágil y provocadora. Muy buena. un abrazo hache
25-02-2004 Leo la columna de prestado en una casa de computación. Es amplia, hay que pensar y hay mucha gente hablando aquí. La releré más tarde. Pero te diré que me seducen más los diálogos de Lawrence en "El amante de L.Ch", o los monólogos de Kanzantsaki en la "Carta al Greco". Pero, como de gustos no hay nada escrito... Un abrazo La_Columna
24-02-2004 Yo acepto que se sea famoso por haber hecho algo bueno, hermoso o práctico,por cantar, bailar, pintar, escribir, etc, y admito hasta por la belleza, pero ser famoso por decir chorradas, por proclamar a los cuatro vientos que se acostó con el alcalde y cosas así, pues no, mire usted. Yo prefiero un buen libro o pasear. margarita-zamudio
24-02-2004 lo reconozco me gusta la farándula y el cotilleo de los famosos y famosillos, es entretenido y lo veo como qiuén va al cine, has de pasarlo bien y saber que en el fono es una farsa, si no es así te estan tomando el pelo, no sabía lo de Zamorano pero nunca me gustó ese tipo( soy del Betis) y habiendo jugado en el SEvilla es capaz de cualquier cosa,je,je. bueno antiguamente la gente se entretenía con la vida de reyes, duques y condes y ahora con futbolistas, fulanas, folcloricas y cantantes, en fin al que no le guste leer ahí tiene para entretenerse¿ o no?, un abrazo. barrasus
24-02-2004 Yo creo que la simple exposición mediática hace que uno conozca (toma conocimiento) de los hechos y sus protagonistas y empatice con algunos. Por ejemplo, los que somos futboleros nos encariñaos y nos enojamos con los jugadores cada cierto tiempo por distintas cosas, y de Zamorano imposible olvidar aquella medalla de Bronce, Sidney 2000. Y así cada cual tendrá su empatía con la figura pública y lo que le pase. Uno siente que los conoce y siente que tiene las mismas ganas de indagar que si fuera un primo, un amigo, una vecina, etc. Tal vez es distinto para aquellos cuyo único tema es la vida de los demás (o para los que vivimos de lo que pasa fuera de la manzana del barrio, jujujujuju); pero mientras sepas de la existencia de alguien (cualquier vía) y empatices con esa persona, querrás saber más detalles. Lo mismo pasa cuando un amigo te cuenta la historia de un amigo, si enganchas, vas a querer que te cuente cómo siguió. Es casi natural querer conocer detalles de quienes uno "conoce" porque la televisión, sobre todo (que hace surgir la farándula cotidiana, a diferencia del cine, en que era un star system más restringido) está basada en la emotividad (el diario en la intelectualidad, la radio en la compañía), entonces la emotividad que da la imagen te hace sentir más cercana a tal o cual personaje y si no lo sientes así, es porque la TV ha fallado en su misión. Eso por un lado. Sobre vivir la vida de los demás tiene que ver con las aspiraciones y con ese mundo interior que muy bien mencionas. Quien no tiene su propio proyecto en donde el éxito que consigue es el que busca y lo satisface, intentará ser feliz con la vida de los demás. No sólo en TV, puede ser de un amigo, de un pariente al que le va mejor, etc; eso es muy humano, la identificación se da a todos los niveles, y la TV justamente quiere representar la realidad; aunque sus modelos se alejen. Pero de chicos todos jugamos a ser alguien más, desde la profesora, hasta una cantante súper famosa, y sobre ser la novia de... afortunadamente éramos más sanas que de adultas, porque sentíamos un amor irrefrenable por el galán, no era por su fama, no!!!!! ni por su dinero, no!!!! era por su facha! eso sí!!!!!!!!, pero era un amor sincero! pajarón, pero sincero. Yo creo que el glamour y la farándula son perjudiciales en la medida en que los medios hagan cosas ilegítimas para conseguir la información o inventen; mientras sea verdadero y de buena forma conseguida la información, el poder está en el televidente y en quien alimenta esa fama. Ahora, los divos que nunca faltan y que en el fondo son nadie, desaparecen por las mismas exigencias del mercado. duro ¿no?; pero así es el juego. Gran columna, y me fui al chancho con el comentario! blanquita
24-02-2004 Esta es mi Caro, joder, que el fashion ese lo lleva ella puesto....Si, si que se aprovechan del vacío que nos invade, de nuestro desencanto; para llenarnos de mierda y mentiras. Lo peor es que todos sabemos que se estan aprovechando de nosotros; un simple minuto de interés, una mirada de reojo ya es hacerles el juego.Y sin embargo caemos. Yo propongo el día internacional sin farándula....Lo del Zamorano y la rubia esa, es casi peor que lo de la Montiel y el Tony; que vergüenza...con lo bien que jugaba este hombre... nomecreona
24-02-2004 yo no tengo mucho rollo con el tema de la farandula, si veo que es de la mayor vacuidad, y aporta a la pérdida de la capacidad de observación de nuestras gentes. Ahora, también es cierto que la mayoría de las personas se ven alejadas de otras maneras de participar, de sentirse bien... los polítios en cachagua o pucón, los "artistas" en el barrio alto en sus cocteles, hasta los futbolistas se han alejado de la gente común y corriente como nosotros, pero hay unos que encuentran en la televisón, en la farandula un mundo que no les molesta... ya me enredé, es tarde, en el fondo digo.. no es ni mala ni buena, soñar con ser famosso tampoco, vivir de ella menos, pero usarla cuando los otros no se pueden "defender"... mmmm nauj
 
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