La injusticia social es totalmente conciente y perpetua, es así como se desencadena una serie de acciones que conllevan a una lucha contra el tiempo y el pensamiento, aquel que es capaz de vencerlos habrá traspasado un muro abstracto construido por ideas circulares infinitas que giran en torno a un beneficio muchas veces de poder y muy pocas veces de saber.
El concepto de vida actualmente es erróneo, la gente vive naciendo, reproduciendo y muriendo, esas son las tres leyes que nos fomentan desde la concepción, si esto cambiara radicalmente ya no tendríamos la necesidad de crear la esperanza de que existe un paraíso extradimensional para los que obraron bien en vida, sino la de esperar una muerte con la mayor satisfacción posible sin idealizar un futuro inexacto que solo se plasma en los infortunios que nos pueda pasar.
Este es nuestro presente, aceptémoslo con la alegría con que idealizamos nuestro porvenir, con saber y poder conquistaremos nuestro entorno.