Hay tantas voces como silencios haciendole compañia a mi razón, los perfumes del atardecer me aceptaron en su tiempo, el verano se resiste a irse y aun riega verde en cada rincón, a mi alrededor esta todo y me encuentro vacia...
Las lagrimas, los gritos, la aconsejada terapia y los besos del amor no los expulsan, no esta vez... los demonios que creo mi pasado y cobijo mi alma, se divierten anestesiando mi raciocinio, enredandome en verbos futuros conjugados en negaciones y dandome un motivo más para no querer estar... de tantas voces que me impulsan a irme, algun día, una será oida...