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NO ENSUCIES MI PARCHE

- Una banda? Este man si es guevón! Si lo único que sabemos tocar son las tetas de las locas que andan con este trío de calaveras, donde lleguemos a dar un concierto nos encienden a tomates!, no, no seas guevón, en vez de estar hablando maricadas mejor pasáme el guaro que ya me estoy es pasmando.

Johny le pasó avergonzado la botella de aguardiente a su amigo en un gesto de sumisión que irritaba a Rodrigo, quien se limitaba a escucharlos mientras pintaba rabiosamente un graffiti en el único espacio libre que quedaba en aquella pared de esquina plagada de nombres de agrupaciones como Sex Pistols y The Clash, de slogans pesimistas al estilo “No Futuro” y de símbolos anárquicos que se habían constituido en elementos característicos de una generación marginada.

- Ah, este guaro es lo mas chimba pa´ este frío tan agreste, lástima que se nos esté acabando, va a tocar ir por más. Me oíste Johny? Sí, y entonces? Marchando pues, marchando, ya sabés que yo no puedo aparecer por la tienda de ese viejo marica de don José, ese hijueputa me la montó desde que me pinté la cresta de verde porque dizque le espanto la clientela. La clientela... qué clientela va a tener ese viejo marica!, si no fuera por el guaro que le compramos cada ocho días ya se hubiera quebrado. Un día de estos me estreno estos tumbamuros y le destruyo a pata su puto negocio. Anda vos pues guevón, anda vos que todavía no te has pintado la cresta y tenés carita de yo no fui, andá, andá pués.

El muchacho salió disparado en dirección a la tienda, no quería quedarle mal a quien consideraba su ídolo, sabía que esta noche era importante y no la quería cagar por nada del mundo.
Rodrigo interrumpió su graffiti para observar al chico de jeans ajustados y pesadas botas que se alejaba presurosamente. Antes de continuar su dibujo posó la mirada sobre el de la cresta verde, quien aprovechó la ausencia de Jhony para cogerlo de tema

- Hermano, yo no sé que es lo que le pasa a esos pelaos de ahora, se mantienen como aguevados, o si no mirá a este pegote que nos conseguimos, si oíste lo que dijo? Dizque una banda, mucho guevón, ni siquiera ha tenido las pelotas de pintarse esa minicrestica que se gasta y pensando dizque en formar una banda!. No, estamos jodidos, llevados del hijueputa viejo Rodri, vos si creés que nos responda?, a mi que se me hace que hoy nos va a salir con un chorro de babas, vos que pensás?

No hubo respuesta, lo único que se escuchó fueron los pasos del muchacho que se acercaba con una botella de aguardiente en la mano, un trago en el que se había gastado la plata de los pasajes de la semana entrante. Aquello poco le importaba, para él esto era un sacrificio que hacía con el mayor de los gustos y cuya gran recompensa era ver dibujado un gesto de satisfacción en la cara de su amigo al arrebatarle la botella e inundar su garganta con el etílico líquido sin pérdida de tiempo, sin malgastar un segundo aunque fuera para decir ”gracias”.

- Ah, esto está bueno, tome, tome pelao, hágale con confianza, eso es lo que a usted le hace falta, tomar guaro como un verraco a ver si deja de pensar guevonadas. Una banda? No jodás, a vos que te pasa? Hágale, tómese un chorrito que lo va a necesitar para hacer la vuelta que le encargamos.

Desde el otro extremo de la cuadra emergía una pareja que lentamente se acercaba. La abundante cabellera de uno de ellos apenas dejaba ver el logo de Metallica estampado en su camiseta. La chica caminaba desafiante y tranquila gracias a la seguridad que le imprimía la estampa de su compañero.
Rodrigo fue el primero en percatarse de su presencia. Desde la lejanía les lanzó una mirada furiosa. “Malparida - pensó - no le bastó con mandarme pa´ la puta mierda sino que pa´ acabar de ajustar se tenía que meter con un metalero.... Perra hijueputa.“
Sus compañeros no tardaron en divisar a la pareja, comprendiendo que la hora cero por fín había llegado. Johny tenía todo calculado, aquella era su noche, hoy firmaría su boleto de entrada al clan al que siempre soñó pertenecer. No podía fallarles, sin titubear apretaría el gatillo una vez la pareja pasara frente a su esquina, frente a su parche.

- Listo pelao, vamos a enseñarles a respetar a ese par de malparidos, nadie se mete con nosotros y pasa tan orondo por nuestro territorio. Dizque ponerle los cuernos al viejo Rodri y pavonearse con su nueva mascota frente a mi amigo, mucha perra esa hijueputa! Vamos a ver si nos probás finura, vamos a ver si tenés las guevas de apretar el gatillo.

Sus pasos se escuchaban cada vez mas cerca con el transcurrir de los segundos, sus rostros se hacían cada vez mas nítidos, las miradas se cruzaban con mayor intensidad. Ella observaba de reojo a Rodrigo con un aire de burla en su expresión, sabía que así le destrozaba el corazón, de esa manera lo volvía una mierda y eso le producía un gran placer. Rodrigo sólo atinaba a devolverle una mirada cargada de rencor que le salía desde lo mas adentro de su pisoteada alma.

De pronto la escena se congeló durante un instante en medio de un silencio eterno. Los dos bandos se hallaban por fin frente a frente; el mechudo y la novia miraban descompuestos un garabato recién dibujado en la pared, Rodrigo continuaba lanzando rayos a través de sus ojos, el de la cresta verde miraba a Jhony con escepticismo y el muchacho tenía el dedo justo en el gatillo.

La escena se descongeló con un movimiento brusco realizado por Jhony. El chico hundió el botón de “play” de la radiograbadora que habían dispuesto para la ocasión. Un parlante acondicionado al reproductor amplificó el ensordecedor sonido de una canción punk que se escuchó en todo el barrio: “... Ramera del barrio, no ensucies mi parche, que feo que huelen tus perfumes vaarioos, la boca te hiede casi a morteeecina, tus tetas caídas a naaaadieee retienenn ...” .

- Malditos punkeros, le dijo el greñudo a su novia.
- No les parés bolas, fresco, por eso fue que lo dejé.

Jhony había cumplido con su palabra, al apretar el gatillo había sellado su vínculo con el grupo de sus sueños. El de la cresta terminó de un sólo trago lo que aún quedaba en la botella. Rodrigo tomó su aerosol y escribió la fecha de aquella noche sobre la imagen de la calavera de pelo largo que había dibujado acompañada del slogan “Camila, perra hijueputa”

Fin


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criptex

Texto agregado el 10-04-2007, y leído por 333 visitantes. (0 votos)


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