| Como duele decirte adios,verte partir cerrando las puertas de tu corazón
 al mío,
 sellando con lágrimas el camino de esperanza,
 poniendo espinas en cada una de las rosas q vuelva a ver de aquí en adelante,
 rompiendo el perfume, transformándolo en veneno,
 
 Un veneno q tal vez no merezco,
 un odio absurdo q nació por el amor,
 un loco anhelo suspendido en el lóbrego abismo de tu rencor,
 Tan solo quería amarte y tu
 esquivas el cariño con la fría indiferencia
 matas cada susurro de la brisa con
 el helado aliento de la intransigencia y la crueldad,
 y dices adios sin decirlo,
 despides la ilusión sin dar aviso,
 destruyes el sentimiento por q no te sientes capaz de perdonar y con esto demuestras q no me supiste amar,
 no conociste lo bello de tanta aflicción
 de la abnegación, de nuestra historia q hoy se apaga con el viento boreal q arrasa sin compasión...
 
 Y todo muere de repente,
 no hay un último beso,
 ni el abrazo eterno por el q rogó mi alma,
 no existen las palabras de consuelo
 por las q se doblegó mi orgullo,
 y nunca sabré si entendiste al fin
 cuanto te amé, cuanto te amo aún,
 tal vez sea masoquista o tan sólo este pidiendo
 algo de todo lo q te entregué,
 
 y simplemente se queda aquí,
 enterrado en unas palabras q quizá nunca leeras,
 q se desvaneceran con el tiempo y
 se perderan en el pensamiento de quienes las lean,
 y nunca nadie entenderá cuantas lágrimas y cuanto dolor llevan, cuanta sangre en sus letras,
 cuanto vacío aquí adentro,
 cuanta insensatez y cuanta desilusión,
 la melancolía inexplicable de mi razón.
 
 Hay un problema con las palabras
 nunca son suficientes para expresar lo q se lleva adentro...
 Y bueno solo queda ver pasar el tiempo,
 que diluye a su paso
 y el dolor se calmará,
 tal vez mi memoria te olvidará,
 pero mi corazón jamás...
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