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Un día asombroso, el sol radiante, que resplandecía y rozaba con sus rayos luminosos y cielo despejado, Ana y Reachel, dos amigas de 15 años, en los que han convivido desde que tienen memoria, desde el primer día que se conocieron, supieron que su amistad iba a perdurar por siempre. Mantenían una amistad tan unida, que siempre iban a todos lados, una con la otra, tenían una caja secreta, en la que guardaban dibujos que se intercambiaban, cartas que se escribían y cosas que se regalaban. Reachel, una chica un poco mayor que Ana, soñadora, dulce, buena amiga, divertida, alegre, con sentido del humor, una chica que aun creía que las hadas todavía existían, su cabello castaño y sus ojos verdes, resaltaban la cara angelical e inocente niña; vivía con su abuela, cerca de un lago, su madre murió a causa de una enfermedad, cuando Reachel era muy pequeña, su padre se fue y jamás volvió a saber de el.
Por otro lado, Ana era una chica independiente, seria, centrada e inteligente, al contrario de Reachel, era realista, luchaba por lo que quería, siempre tratando de poner los pies sobre la tierra, sea a ella misma o a las personas que la rodeaban.
las dos amigas, se encontraban en el mismo salón, ambas, miraban el reloj de la pared pacientemente, la hora de la salida, para encontrarse con su otro buen amigo, Moy, un chico de buenos sentimientos, que conocieron hace pocos meses, mientras que sus demás compañeros dibujaban garabatos en sus libretas y otros tratando de vencer el sueño. La campana sonó después de unos minutos, y al fin los tres amigos, pudieron reunirse.
- ¿hey chicas como están?, las extrañe tanto en las vacaciones- dijo Moy emocionadamente dándoles un calido abrazo a sus amigas.
- yo también te extrañe muchísimo Moy, si supieran lo que me sucedió en vacaciones, conocí gente, y me enseñaron esquiar en la nieve ¡fue espectacular! -
- te envidio Ana yo siempre he deseado practicar el sky.- comento Moy.
- no te preocupes, estoy segura de que algún día los tres nos iremos y nos divertiremos en la nieve, es una promesa, tal vez ahí conozca a mi príncipe azul y Uds. también-dijo Reachel, con una sonrisa y una mirada soñadora.
-hablando de chicos, mira allá.- Ana señalo hacia una distancia, hacia otro casillero,
Reachel miro a su derecha, admirando a Matt, el chico más popular de la escuela, pelo negro, ojos verdes y una sonrisa deslumbrante. El chico se acerco poco a poco con su hermosa sonrisa hacia Reachel, para platicar con ella, mientras que ésta se ponía muy nerviosa, su color de su rostro comenzaba a colorarse, cuando el chico se encontraba delante de ella, éste la invito a salir…
-¡Reachel! tierra llamando a luna- sacudiendo a su amiga, Ana la despertó
- lo siento, ¿que me decías?- mirando con su cara soñadora a ese chico con su novia, una chica hermosa, porrista, de las mas populares de el colegio, pelo rubio ojos pequeños color marrón.
-olvídalo Reachel, jamás nos hará caso un chico popular, y menos 2 años mas grande que nosotras.-
Ana intentaba mantener a su amiga en la tierra, aunque era muy difícil, vivía en su imaginación, soñando despierta.
Moy se retiro dirigiéndose hacia su casa, Reachel y Ana salieron de su escuela dirigiéndose, a un lugar hermoso, que solo ellas conocían desde pequeñas, en el cual, podían jugar; conforme fue pasando el tiempo, dejaron ese lugar, un bello lago, en donde había una paz y tranquilidad, junto con un verde y enorme árbol torcido, en el que siempre habían trepado.
Arriba en el árbol acostado, con sus enormes y gruesas ramas, las dos chicas se encontraban platicando.
-Ana, ¿Por qué será que los chicos populares, no se enamoran de los que no son?-
- supongo que porque solo quieren la fama, y si fueran novios de una que no fuera popular, dejaría de ser popular.-
Reachel vio como, se encontraba en un campo verde con flores multicolores de todas formas árboles altos, el sonido de los pájaros, con un vestido largo color rosa pastel, hermoso, parecía toda una princesa, en donde se encontraba con ese chico soñado vestido de príncipe caminando lentamente, teniendo sus rostros tan cerca, apunto de darse un calido beso.
-! Reachel ¡- Ana intento por un pequeño rato, despertarla, pero esta no reaccionaba, una vez mas reachel soñaba despierta.
Estuvieron conversando durante un largo tiempo, recordando, riendo sobre anécdotas, cuando ellas eran muy pequeñas, tristezas, risas travesuras y miedos.
- ¿Reachel crees que sigamos siendo amigas hasta el mas allá?
-¿Por qué lo dudas? Claro que siempre estaremos juntas, si algún día se cortan nuestros caminos y nos distanciamos, seremos como las estrellas aunque estemos lejos siempre brillaremos para la otra, te prometo que siempre estaremos juntas, por mas lejos que estemos.-
las chicas, pasaron toda la tarde en aquel enorme tronco, los rayos del sol estaban por ocultar detrás de las montañas. Ana bajo cuidadosa y lentamente de el árbol, mientras que Reachel bajo de un solo brinco, al hacer esto, se escucho un golpe muy fuerte, y ésta quedo tirada en el piso boca abajo, su amiga fue enseguida a ayudarla, preocupada, sacudiéndola porque esta no reaccionaba, apunto de comenzar a llorar, pensando que se había muerto del golpe tan espantoso que se escucho.
-! Reachel, ¿que te paso?, respóndeme- su amiga no reaccionaba- por favor ¡reacciona!- tocándole la espalada y moviéndola suavemente para que despertara.
- ¿a verdad? Jajaja- Reachel levanto la mirada riendo sin de hacerlo, a Ana no le había parecido gracioso, ya que le había dado un gran susto.
A la mañana siguiente, en la entrada de la escuela, Reachel y Ana como todos los días platicaban, mientras sacaban las cosas de sus casilleros, que se encontraban juntos. Reachel volvió a mirar a su derecha y pudo a ver a su amor platónico, caminando y saludando a sus amigos. Ana se dio cuenta, miro a su amiga extrañada, dándole una propuesta muy difícil para su amiga… “invitarlo a salir”, un reto demasiado grande para Reachel. Sabría que no podría lograrlo, porque éste tal vez, la rechazaría al no ser popular, Ana intentaba convencerla, comentándole que no todo era imposible, no siempre era así por mas que lo pareciera, además, valía la pena , si es rechazada tendría a sus amigos con ella, ya que un chico no lo era todo y menos si no la apreciaba.
Aunque Reachel no estaba muy convencida, Moy que se encontraba a lado de ellas, y ésta escucho salir de la boca de su amigo, algo que nadie, ni si quiera de un chico había escuchado decir: “si no te hace caso es un idiota, si no te mira es un ciego, ya que tu eres hermosa”.
Reachel se convenció, al inicio estaba muy segura y no tenia miedo, pero conforme se fue acercando al chico, el miedo y los nervios la fueron traicionando, y una vez que se encontraba frente a el, éste la saludo, los nervios de la chica la habían traicionado, ella había quedado muda frente a el, sin poder hablar.
- ¿se te ofrece algo?...-pregunto el chico.
- yo…-Reachel apenas podía hablar, mientras que el chico quedaba esperando hasta que hablara; desde una distancia se escucho el llamado de uno de los amigos de Matt, por otro lado, la porrista miraba atentamente a Reachel, que se encontraba detrás de ella.
- ni lo sueñes, niña…-
-Sasha…-volteo Reachel sorprendida
-escucha, si crees que algún día te va a ser caso, sigue viviendo en tus sueños y quédate ahí, porque de ahí no saldrás, eres muy poca cosa para el, así que no te le acerques ¿entendido?-
Reachel y Sasha fueron grandes amigas, un tiempo atrás, pero por razones y cambios, sus caminos se distanciaron.
Reachel quedando sola en medio de los pasillos, sus dos amigos corrieron hacia su amiga para saber lo sucedido, con una decepción, reachel se rindió, pensando que sus sueños no valían la pena. Ana tratando de tranquilizarla le prometió que siempre estará con ella, pase lo que pase, le dio un abrazo, pidiéndole que le prometiera, que sea lo que sea, jamás se rindiera por mas pesado que sea, que nunca perdiera la fe, ya que cuando hay fe, siempre hay esperanza, y cuando hay esperanza, lo hay todo… siendo su amiga, no se lo prometió, sino que lo juro.
Paso una semana y Reachel se encontraba sola, arriba en aquel árbol, pensando en su amor platónico, y en un amor pasado, que no hace mucho la daño rompiendo su corazón como un trozo de papel, que creía haber encontrado su amor verdadero, pero solo había sido un engaño disfrazado del amor, que la dejo morir como si ella no sintiera, pero un día un dragón nos robo el corazón, no supo luchar con valor, no hubo magia ni luz y no fue mi príncipe azul...
apunto de soltar una lágrima ella pensaba :
“hay veces que el mundo no es como lo pintan y que a veces la vida no son como las novelas o las fantasías”
Y desde entonces, no paraba de soñar, seguía en medio del palacio en la espera del príncipe azul. Siempre soñaba con que algún día se fuera hacer realidad, y que su espera terminara.
Después de relajarse, y pensar bajo de el árbol y se dirigió a su casa.
El fin de semana, Ana visito su querida amiga, llevando en sus manos, una maseta con una rosa tan hermosa, con sus pétalos rojos, como el color de la sangre, toco la puerta, cuando Reachel atendió, no vio a su amiga con la cara alegre con la que siempre la ha visto. Ana se encontraba en la recamara de Reachel, con ella por supuesto.
-¿te sucede algo?... te veo un poco rara.- miro a su amiga un poco extrañada.
- estoy bien gracias-
- ¡Ana por dios! no te conocí ayer, se que te sucede algo, te pareces tanto a mi, que no puedes engañarme… te conozco perfectamente.-
Tomando la maseta cuidadosamente, Ana la puso en las manos de su amiga, le encanto ese pequeño detalle, pero aun no sabia, cual era la razón por la que le daba la rosa.
-Reachel… esta rosa es por agradecerte, por todo lo que has hecho, por lo que has compartido conmigo, las sonrisas, tristezas, esta rosa lo tiene todo, tiene mi alma, y siente lo que yo siento… esta no es normal, es mágica y poderosa, demuestra la unión de nuestra amistad, cuando no me encuentre bien esta se marchitara.
- ¿de verdad?...- sorprendida, casi sin poderlo creer.
Enseguida, Ana le dio un fuerte y caluroso abrazo, una lágrima comenzó a deslizarse del rostro de Ana, agradeciéndole una y otra vez. Reachel no entendía nada, la notaba muy extraña, pero cada vez que le preguntaba si le sucedía algo, ésta lo negaba.
Comenzó a oscurecer y Ana estuvo apunto de marcharse, se quedo un instante quieta, dio la media vuelta miro extraña a Reachel
–una ultima cosa, “la verdadera amistad volverá a nacer con una lagrima sincera”. Después de esto Reachel no sabía exactamente que quiso decir con eso.
Pasaron unos días, y Reachel solo veía la silla vacía de Ana, que se encontraba a su derecha, su buena amiga ya había faltado muchos días a clases; fue a visitarla a su casa, pero nadie contestaba, entonces fue que pensó, que tal vez estaba de vacaciones por algún asunto familiar, pero paso un mes y seguía sin asistir a la escuela, su preocupación era demasiado grande, ya que no sabia nada de su amiga.
Un día, Reachel se dirigió hacia su casa, cuando abrió su puerta vio caer un sobre, rápidamente vio que había una carta dentro, la abrió y comenzó a leerla:
Reachel:
hola, amiga espero estés bien, supongo que has de estar enojada por no haberte avisado que me iría un par de semanas, a florida, me tuvieron que traer acá, porque me empecé a sentir mal y ahora estoy en una cama en un hospital, a 15 horas de distancia de ti, pero no te preocupes yo voy a estar muy bien, a lo mejor y me trasladan a otra ciudad mi mama no me ha mencionado para que, pero la verdad te extraño mucho, y también decirte que eres mi mejor amiga, eres mi estrella porque donde quiera que tu estés, me guías te veo y alumbras mi camino, gracias por todos estos años de amistad no sabes cuanto te quiero, amigas como tu ya no voy a encontrar eres única para mi, eres como una parte de mi y te juro que jamás te voy a olvidar, aun así pierda la memoria a ti jamás te olvidare ni con eso, me gustaría verte pronto, tal vez no quieras saber nada de mi por no haberte dicho nada, pero discúlpame sabia que te ibas sentir mal y no quería verte llorar. Por favor nunca me vayas a olvidar hermanita, eres lo mas preciado para mi, y espero encuentres a tu príncipe, cuida mucho la rosa que te regale, la verdad no me interesa tener un millón de amigos, tan solo tenerte a ti es como si tuviera mas de ese millón, amigas como tu son muy difíciles de buscar, encontrar e imposibles de olvidar.
Espero vernos pronto y recuerda que este en donde este siempre estarás en mi.
Te quiero.
Ana
Una lágrima comenzó a deslizarse en las mejillas de Reachel, jamás había escuchado esas palabras, que se dirigieran a ella. Guardo la carta y se convenció de que todo iba a salir bien.
Dos días mas tarde, los rayos del sol acariciaban y rozaban la cara de Reachel, se levanto se estiro para ir a la escuela, abrió su cajón y por un momento, quedo inmóvil, levanto la mirada poco a poco mirando a su ventana, vio algo que no creía, la rosa que le regalo su amiga, comenzaba a marchitarse, no entendía, si ella había regado la rosa muchas veces y tenia pocos días desde que Ana se la regalo, fue entonces que recordó que Ana le dijo “la rosa tiene mi alma”, comprendió que la rosa no era la que se marchitaba, si no que era su mejor amiga, la que no se encontraba bien. La quería tanto que, no le importo, agarro una mochila vieja que tenia, tomo algunas ropas, comida, todos sus ahorros que mantenía guardado, tomo su pequeña maseta, y salio deprisa de su casa, orando “por favor Diosito, mama se que estoy haciendo mal y mi abuela le dará un infarto al ver que no estoy, pero no quiero perder a mi amiga por favor ayúdame”…
comenzó su aventura, arriesgando su vida por una amiga, por una hermana…
- ¿estas segura de lo que estas haciendo?- dijo un niño que se encontraba recargado en la pared de una tienda, era Moy, que el mismo sabia lo que trataba de hacer Reachel
-¿de que me hablas?… yo solo estaba paseando.-
-¿con una mochila cargada de ropa y cosas para sobrevivir en un viaje?.-
-escucha Moy… se que no te dije nada, discúlpame, pero tengo que tomar un camino importante y no quisiera que te pasara nada… así que, déjame sola.
-OK como quieras, solo que se te olvida algo...- mostrándole un mapa hacia la dirección de donde ella se dirigía…-
-un mapa… y tu como supiste que… ¿Moy?- Moy se había ido o tal vez escondido.
con ayuda de el mapa, Reachel siguió su camino, con muchos peligros, atravesó una ciudad entera, llegando a la carretera, vio una central del tren, Reachel no tenia tantos ahorros, apenas le alcanzo, para llegar al encuentro con su querida amiga.
Después de un largo viaje en tren, al llegar la ciudad, miro su mapa, se dirigió a una tienda y pregunto al empleado, ¿cual era lugar en el que se encontraba?, cuando este le contesto, que en la ciudad que ella se encontraba, se dio cuenta que faltaban pocas horas para llegar a donde ella quería, pero tendría que pasar la noche en algún lugar, y al día siguiente desde el primer rayo de sol seguir su camino, al mirar su mochila, se dio cuenta que le quedaba muy poco dinero, apenas para comprarse algo de comer, decidió seguir su camino por una carretera, hasta entrar en un bosque, lleno de árboles, en el que solo se podía escuchar los sonidos de distintas aves y otros animales comunicándose, unos cuantos monos en lo alto de las copas de los árboles. Camino mucho tiempo por el bosque verde, estaba muy cansada, y su agua se estaba agotando, en eso escucho agua caer, siguió el sonido, hasta encontrar una hermosa cascada con sus aguas cristalinas, lleno su botella de agua y se quedo un rato ahí, mirando a lo lejos, observaba a un ciervo tomando agua con su pequeña cría.
Reachel se dio cuenta que estaba oscureciendo, comenzaba desaparecer lo verde de aquel bosque, convirtiendo por negro y tenebroso.
Cayo la noche, Reachel solamente se podía guiar por la luz, de la enorme luna, que apenas podía iluminar aquel bosque tenebroso, en los alrededores se veía completamente oscuro y no podía ver lo que se encontraba en cada arbusto, el viento comenzó a silbar ligeramente, las ramas y las hojas de los árboles, seguían al viento formando un sonido espeluznante, grillos y ruidos extraños, los búhos ululaban y se comunicaban entre si, alrededor del bosque tan silencioso, el miedo comenzó a invadir el cuerpo de la chica, por aquellos sonidos y mas al encontrarse en un lugar solitario, peligroso y frío, estando sola; caminaba cuidadosamente mirando a su alrededor, cuando de pronto el aullido de los lobos erizo su piel, miraba en los árboles, ojos rojos y brillantes de uno que otro animal indefenso trepado en el tronco, hasta que por fin, miro una cueva, entro prendió una fogata y se durmió.
En la mañana en cuanto el sol dio su primer rayo de luz, reachel despertó y enseguida recogió sus cosas y continuo su largo camino con destino para ver a su amiga, entonces , salio de el bosque y se encontró con campo enorme lleno de flores multicolores ,tan hermoso que le daban deseos de correr libremente, pero sabia que no era tiempo de jugar, había tantos caminos que no sabia cual tomar ni cual era el correcto, cuando levanto la mirada, no podía lo que veía era un caballo tan blanco como el algodón, pero no era todo, en su frente tenia un tipo de cuerno, por curiosidad Reachel se acerco hacia el hermoso corcel blanco, y se dio cuenta que era un unicornio, trato de acercarse pero se alejaba mas y mas, cada vez que se acercaba este se alejaba, cada vez mas pero en un momento se mantenía quieto e inmóvil, como si este quisiera que lo siguiera, Reachel avanzo mucho siguiendo a ese corcel, hasta que observo como aquel caballo blanco entro en un arbusto enorme que tapaba una cueva, en donde después de la cueva se encontraba un pequeño río, se quedo un momento sin pensar que hacer.
- tienes que cruzar el río.-
-¿me has estado siguiendo todo este tiempo?- dijo Reachel muy molesta
-mas o menos.-
- Moy te pedí que no me siguieras esto lo quiero hacer sola.-
- lo se, lo siento solo quería cuidarte.-
- pues puedo cuidarme sola.- contesto Reachel apunto de cruzar el río.-
- aya tu…-
- espera, pero ¿estas seguro de que tengo que cruzar…el… río?- Reachel al voltear, se dio cuenta nuevamente, Moy ya no estaba.
Siguió su camino, cruzando el gran tronco cuidadosamente, fijo la mirada hacia abajo, y dándose cuenta, que no era una distancia demasiado buena para ella, el tronco era demasiado largo, y reachel comenzaba a perder el equilibrio, hasta que dio un paso en falso causando que un pedazo de tronco hueco, se rompiera, perdió el equilibrio y comenzó a caer, pensando que era el final de su vida, la chica cayo al agua con una corriente, tan fuerte que se la llevaba y la arrastraba ferozmente, tratando de agarrarse de las rocas, que se encontraban resbalosas y eran imposibles de agarrar, la corriente a veces la sumergía al punto de ahogarse, cuando miro al frente, estaba apunto de caer en una cascada, estaba convencida, de que hasta ahí había llegado su vida, Reachel comenzó a caer, por la gigantesca cascada, sintiendo solo la velocidad con la que el viento pegaba contra ella, apunto de chocar con gigantescas rocas, que golpeaban el agua, por un instante, cerro lo ojos dándole adiós a su vida y dándole la bienvenida a su muerte, no sintió la caída, ni el golpe que debió haber sentido, al abrir los ojos, se dio cuenta que estaba sobre un lomo blanco, volando arriba de los árboles, que a su vez tenían unas hermosas, grandes y suaves alas, un enorme pegazo blanco, había salvado la vida de la chica, por un momento, se desmayo y cuando despertó estaba acostada boca abajo en el pasto, a lado de las tranquilas aguas de la cascada, que corrian lenta y suavemente, después de caer, confundida sin saber si fue un sueño, o en realidad algo había salvadole la vida.
cuando recupero el reconocimiento, y logro aliviarse del susto de su peligro que le había sucedido, siguió caminando por un pequeño tiempo, hasta que, escuchaba sonidos, no eran pájaros, ni era una cascada, corrió y corrió hasta que el sonido se escuchaba cada vez mas cerca… al final de tanto correr, se encontró con la playa, acompañada de sus gaviotas del color de una nube, alimentándose de los pequeños pescados que se encontraban en el mar, a Reachel le dio tanto gusto, que por fin sus pies tocaran la suave arena; levanto la mirada, al encontrarse con un letrero, las cuales con letras grandes y blancas decía “BIENVENIDOS A PLAYA DE FLORIDA”
-¿florida?- preguntándose sin poderlo creer, había logrado llegar a donde ella quería, solo había un problema: no había tomado en cuenta, en donde podría encontrar a su amiga, camino por todas las calles de la gran ciudad, saco de su vieja mochila su maseta, su rosa se encontraba un poco mas marchita, tomo su pequeña maseta y siguió su camino.
Reachel no sabía por donde empezar, estaba muriéndose de hambre, solo saco un poco de dinero, en el que apenas le alcanzaba para muy poco, busco una tienda y compro lo que le alcanzo de comer, se sentó en una banca, que estaba cerca de la tienda, hasta terminar de comer.
-estoy súper sorprendido, te felicito.-
-mejor ya ni te digo nada moy, me canse de repetirte que no me siguieras.-
-y yo me canse de decirte que quiero cuidarte.-
- ahora no tengo tiempo de discutir, debo seguir mi búsqueda.-
siguiendo su camino, dejando atrás a su buen amigo, Reachel continuo en busca de su mejor amiga, que mantenía las esperanzas de encontrarla; saco por un segundo su mapa para saber donde se encontraba, hasta que un pequeño viento, le arrebato el mapa de sus manos, siguió el mapa, tratando de agarrarlo, pero el viendo se lo llevaba cada vez mas lejos, hasta que el mapa choco contra un bote de basura, en un callejón;de repente solo sintió que su boca fue tapada por unas manos.-
-dame todo lo que traes en tu mochila, ¡ahora¡.- ordeno un señor vagabundo que se encontraba merodeando las calles.
Reachel sin poder hablar, intentando quitarse esa mano que tapaba sus labios, lentamente comenzó a quitarse la mochila, pero el peligroso anciano sintió una mordida en su brazo, a causa de un perro que no lo soltaba, el viejo grito y soltó la mochila, por el dolor que le causo el perro, ésta corrió, agarro su mochila, quedando inmóvil, viendo como aquel animal, la defendía; el perro soltó al vagabundo, y éste in pensarlo, se hecho a correr sin rumbo fijo, Reachel miro al precioso animal que la había defendido, tratando de tocarlo, pero éste se hecho correr. Intentando seguir al animal, se había encontrado con alguien mas, una señora saliendo de una tienda, en su rostro refelajaba una gran tristeza…era la madre de Ana, cuidadosamente siguió a la madre, pensando que ésta tal vez la llevaría hacia donde se encontraba su amiga, la siguió algunas cuadras, hasta que observo como entraba a un pequeño hospital, continuo siguiéndola hasta ver que la señora, abrió la puerta de una habitación y entro. Pasaron unos minutos, y la señora volvió a salir del cuarto, con su cara empapada de lágrimas. Sin ser descubierta, Reachel entro a la habitación, cuidadosamente cerro la puerta, y en aquella cama, con aparatos conectados, una sorpresa y una alegría tuvo, al haberse encontrado con su amiga de toda la vida, con un rostro poco pálido.
Ana se encontraba con dificultades de hablar, Reachel dejo su rosa que llevaba consigo en una pequeña mesa, se hincó de rodillas, y sus lágrimas comenzaron a deslizarle lentamente por sus mejillas, tomando la mano de su amiga.
-¿amiga, que es lo que te ha sucedido? te ves muy mal.-
-Reachel… que haces aquí, …como me encontraste.¿ recibiste… mi carta?-
- si Ana, la leí, no espere ni un solo segundo y vine a buscarte, yo sola, crucé un valle, el bosque la ciudad, todo para verte.-
.- no… tenias que.-
- claro que si amiga, te adoro y lo haría todo, lo que fuera por ti, daría mi vida por ti..-
.- perdóname… si algún día te hice… daño, y darte gracias … por sopor…tarme, y haber compartido tantas cosas tan felices… y toda la alegría que me hiciste sentir…-
-no Ana gracias a ti, si no fuera por ti, toda esta vida, tal vez estaría perdida, por ti no me siento sola y me he hecho fuerte, porque me has levantado y a seguir creyendo…-
- siempre te quise …como mi … hermana, yo… jamás te olvidare espero nunca… me olvides… de donde sea yo te estaré cuidando… perdóname por no haberte dicho… pero desde hace tiempo tengo… leucemia…ha avanzado y no me queda mucho tiempo… .-
- no digas eso, no digas eso, siempre estarás perdonada; tu vas a salir adelante, tendrás hijos iremos tu, Moy y yo a la nieve como lo prometí, conocerás a tu príncipe, y seremos amigas hasta el mas allá.-
.-eres la mejor amiga… que he tenido ... te… quiero.-
un pequeño aparato, al costado de la cama de Ana, que marcaba el ritmo de su corazón, señalo solo una línea recta, sin ver reacción en la mejor amiga de Reachel, comenzó a pedirle que no la dejara sola, no era su tiempo, sus lagrimas de comenzaron a caer mas y mas hasta empapar su cara, los doctores alcanzaron a escuchar el grito desesperado de Reachel, llegando inmediatamente 2 enfermeros tomaron cada uno, sus brazos, para sacarla de la habitación, cerraron la puerta y ésta se recargó en la pared, con su llanto, deslizándose y al mismo tiempo sentándose en el rincón que estaba a lado de la puerta, su llanto era incontrolable e imparable, el mundo paro de girar a su alrededor…y su vida oscureció, su felicidad se había terminado… quería gritar, llorar, no hablar muchas cosas al mismo tiempo, las lagrimas la invadían y le hacían guerra no podía dejar de llorar … nunca nada le había dolido algo tanto, que su tristeza ya no cabía en su cuerpo, y que cada vena estaba apunto de estallar de dolor, quería despertar y desear que todo era una pesadilla y que al despertar todo seria normal, pero eso duro poco, Reachel no podía creer lo que le estaba sucediendo, jamás se imagino algo así, solo pensaba y se decía a si misma: que nunca olvidara esa amiga tan especial, esa amistad… su sonrisa que compartió su amistad, la veces que pasaron y rieron juntas, … recordara las ultimas palabras de Ana. La chica, miro como salían los doctores y enfermeras de la habitación, no lo pensó dos veces, y entro rápidamente a la habitación con su cara empapada de lagrimas, prometiéndole a Ana, que será fuerte por ella y jamás se rendirá ni romperá la promesa que alguna vez le hizo, era tan fuerte el dolor, que sus venas estaban apunto de estallar, dirigiéndose a la mesa, para tomar su rosa, que se encontraba completamente marchita y seca, bajo la mirada, cerro los ojos, soltando una lagrima que comenzó deslizándose poco a poco sobre su mejilla, rozando la punta de sus labios, hasta llegar al final de su rostro, formo como una pequeña perla cayendo finalmente en los pétalos de la rosa, se hincó y puso su rostro en la mesa, con sus brazos tapando su cara hasta que sus lagrimas dejaran de salir, después de unos segundos, levanto lentamente la mirada, observando como su rosa, comenzó de nuevo a abrir sus pétalos, que poco a poco fueron cambiando a un rojo vivo, después miro a su derecha observando como su amiga, comenzó a moverse cada vez mas, el sonido de el ritmo de su corazón, en aquel aparato comenzó a reaccionar formando de nuevo un ritmo.
-¿Reachel?-
- Ana…-las lagrimas de tristeza de reachel, cambiaron a lagrimas de felicidad, ésta solo la abrazo, en ese momento la madre de Ana entro a la habitación, viendo como su pequeña y única hija había reaccionado, dándole un fuerte y caluroso abrazo, y gracias a Dios que su hija, sin saber como, había despertado, los doctores y enfermeros entraron pare revisar a la pequeña, mientras que por curiosidad de la madre, pregunto a Reachel mientras salían y se sentaban en la sala de espera, como había llegado hasta ahí, la niña comenzó su historia, de su aventura, aunque la madre creía que era mucha imaginación, pero a Reachel no le importaba si le creían o no, ya que ella sabia que en verdad lo había vivido.
Reachel no tenia donde dormir, así que solo quedo a dormirse en el hospital, mientras que su amiga salía del hospital.
Al segundo día por la mañana cuando el sol resplandecía, sus rayos pegaban y reflejaban las ventanas de cada edificio de la ciudad, el aire soplaba suavemente rozando la cara de Reachel, salio a dar una vuelta por un rato, los niños jugaban, parejas caminaban. Cuando venia de regreso, cruzo el parque que se encontraba frente al hospital, levantando la mirada, en su rostro se dibujo una sonrisa de felicidad y sorpresa al ver que su amiga estaba parada fuera de el hospital, primero dio unos pequeños pasos, aumentando su velocidad, comenzó a correr, cruzando la gran avenida hasta llegar con su amiga, dándole un fuerte abrazo, que casi podía quitarle el aire, Ana respondió al acto de Reachel, las lagrimas de ambas comenzaron a brotar de felicidad.
Ana le comento a su amiga, que antes que ella llegara, Moy de alguna manera también estuvo con ella, después se fue, Reachel solo río.
- muchas gracias Reachel… me regresaste a la vida-
-¿yo?... no creo que yo lo haya hecho.
-“la verdadera amistad volverá a nacer con una lagrima sincera”-
-¿que significa eso?-
- en cuanto supiste que estaba mal, no te importo nada, arriesgaste tu vida, cruzando tu sola una ciudad, un bosque y un campo con muchos peligros, todo solo para verme y estar conmigo, la fuerza que tuviste, la fe de pensar que lo lograrías y que yo estaría bien, estuvo en una sola lagrima, que al tocar la rosa, fue tanto el poder de la amistad que me regreso a la vida. Gracias.
-¿y como supiste lo que hice en mi viaje?-
-Moy me lo dijo.- Reachel solo rió y volvió a abrazar a su amiga, no podía creer que con solo una lagrima, una rosa, el poder de su fe y su esperanza, regresara a la vida a su amiga.

Tres días mas tarde regresaron a su hogar, y a su escuela, todo volvió a la normalidad y a ser como antes.
Al llegar al colegio, Reachel solo observaba que muchos la miraban extrañadamente, si entender porque, Matt, el chico popular, se acerco a platicar con ella.
-hola reachel, muchas felicidades.-
-¿enserio? ¿Porque?- acomodando su casillero.
-eres muy graciosa, al hacer que no sabes que saliste en las noticias,¿ o que no fuiste tu la que atravesó miles de lugares sola para ver a tu amiga y sobreviviste?- Matt la encerró entre sus brazos poniendo sus manos en el casillero.-
-no, no sabia.-
.- bueno yo me preguntaba, si a ti… pues te gustaría salir al cine esta noche.-
cerrando su casillero, miro fijamente al chico, cuando en eso llega por un lado un chico rubio, ojos claros, que mantenía una belleza que tal vez a muchas chicas las derretiría, era un chico que Reachel acababa de conocer o mas bien decir, su príncipe azul, ya que mantenían una química impresionante. Reachel solo rechazo a su “príncipe azul” dándose cuanta que en realidad era su sapo azul.
A la salida de el colegio, reachel miro a su buen amigo Moy, en la esquina de el colegio, corrió hacia el, pidiéndole perdón por haberle tratado mal, que eso era lo que creía, Moy se mostró con una sonrisa.
- no te preocupes, era mi deber y te comprendo.-
-¿tu deber?-
- así es, el cuerno de el unicornio te mostró tu camino, las alas del pegazo evito tu caída, y el perro fue tu guardián de el mal.-
Reachel no sabia de lo que hablaba, así que mirando su reloj se dio cuenta que era tarde, comenzó a despedirse mientras que avanzaba con unos pasos, a una pequeña distancia, ésta escucho gritar a Moy.
-por cierto, tu mama te manda saludos, esta orgullosa de ti- Reachel había avanzado una parte de la distancia, y seguía pensando lo que su amigo había dicho “el cuerno de el unicornio te mostró tu camino, las alas de el pegazo evito tu caída, y el perro fue tu guardián de el mal” fue entonces que recordó su aventura, al ver al unicornio que le mostró un camino, el pegazo que salvo su vida y el perro que la protegió del vagabundo,
-¿mi mama?- reaccionando, se paro en un instante, dio media vuelta y trato de alcanzar a Moy, pero este, ya había desaparecido, entonces se dio cuenta que no todos los Ángeles tienen alas.
Reachel y Ana cumplieron su mayor sueño, ser amigas y seguir juntas hasta el otro mundo, las dos amigas encontraron su príncipe azul… en el sky, como había prometido, Matt dejo a Sasha para intentar atrapar el amor de Reachel durante un año, pero ésta, ya era bastante feliz con su príncipe que tanto había soñado… y con el que en un futuro, logro formar una familia. Las dos amigas fueron vecinas en una colonia en una gran casa, Ana también logro formar una familia.
Ahora no son solo dos hermanas y grandes amigas si no que juntando las dos familias, habían logrado formar una gran familia, tanto Reachel y Ana, contaban a sus pequeños nietos y a sus hijos una y otra vez aquella aventura que alguna vez, aquella pequeña Reachel, tuvo en su infancia, arriesgando su vida, por el amor y amistad de su mejor amiga y que así como ella, esa historia quede en el corazón, y en el alma tanto de ella como en el de sus nietos, pasando de generación en generación y que cada persona, guarde en su memoria, lo que puede lograr una fuerte amistad, y así todos sabrán que cuando hay fe, hay esperanza, cuando hay esperanza, lo hay todo, y que todos los sueños se pueden hacer realidad.

Texto agregado el 13-04-2007, y leído por 195 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
13-04-2007 era una patita de gato ¬¬ pero no salio...muy bueno el texto... My_oscuridad
13-04-2007 ´´´´´´´´´´&acut e;´¶¶¶¶¶¶¶´´´&ac ute;´´´´´´ ´´´´´¶¶¶¶´´ ´¶¶¶¶¶¶¶¶¶´´ ´´´´´´´ ´´´¶¶¶¶¶¶¶´&ac ute;¶¶¶¶¶¶¶¶¶´´&ac ute;´´´´´´ ´´¶¶¶¶¶¶¶¶´&acu te;´¶¶¶¶¶¶¶¶¶´&acu te;´´´´´´ ´´¶¶¶¶¶¶¶¶´&acu te;´¶¶¶¶¶¶¶¶´¶&par a;¶¶¶´´´ ´´´¶¶¶¶¶¶´´&a cute;´´´¶¶¶¶¶´¶¶ ¶¶¶¶¶´´ ´´´´´´´´´¶&par a;¶¶¶´´´´´´¶¶& para;¶¶¶¶¶¶´ ´´´´¶¶¶¶¶¶$$¶& para;¶¶´´´¶¶¶¶¶¶& para;¶¶¶´ ´´¶¶¶¶$$$$$$$$¶¶¶´&a cute;´¶¶¶¶¶¶¶¶¶´ ´¶¶¶$$$$$$$$$$$¶¶¶´´&acut e;¶¶¶¶¶¶´´´ ´´¶¶¶$$$$$$$$$$$¶¶¶´&acut e;´´´´´´´´´ ´´´¶¶¶¶$$$$$$$$$¶¶¶& acute;´¶¶¶¶¶¶¶¶´ ´´´´´¶¶¶¶$$$$$$$¶& para;¶´´¶¶¶¶¶¶¶¶&a cute; ´´´´´´´¶¶¶¶ ¶¶$$¶¶¶´´¶¶¶¶¶ ;¶¶¶´´ ´´´´´´´´´´&pa ra;¶¶¶¶¶´´´´´´ ¶¶¶¶¶´´´ My_oscuridad
 
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