| Sobre la religión?
 
 
 
 
 Me encontraba el otro día
 en el baño de mi piso
 concentrado en varias cosas,
 reflexionando en lo mío,
 para lo que me servía
 de la ayuda de un porrito.
 Estaba sobre el lavabo,
 que alli las cenizas tiro,
 cuando de cualquier manera,
 sin alarma o previo aviso,
 se me viene un estornudo
 con semejante alarido
 y un empuje de tal fuerza
 que me estampa contra el grifo.
 Quedé durante un segundo
 tonto, como nunca he sido,
 y casi seguro estaba
 de haber perdido el sentido.
 Al levantar la cabeza
 quedé aún más sorprendido,
 porque justo ahí, de frente,
 vi en el espejo prendido
 un grupo denso de mocos,
 que si no estoy confundido,
 formaban muy claramente
 la imagen de Jesucristo.
 "Capitán me has enojado
 no vas por el buen camino,
 te juntas con mala gente,
 y practicas muchos vicios.
 Nunca pasas por la iglesia,
 y eres bobo y estupido"
 Perdona, Suso, un momento.
 Estupido está mal dicho,
 se dice estúpido, creo
 "No me interrumpas cretino,
 ¿no ves que si no no rima
 el romance que has escrito?"
 En ese momento pasa
 por mi costado un pepino
 diciendo que llega tarde
 a una conferencia en Chío.
 Y caigo en un agujero
 de veinte metros, y pico.
 Entonces veo una puerta
 y hacia ella me encamino.
 Mas por la puerta que había,
 no me cabía ni el pito.
 Comí entonces de mis mocos,
 con forma de Jesucristo
 y de forma milagrosa
 me fui haciendo chiquitito.
 Ya cabía por la puerta,
 más vi al abrir sus postigos
 dos biblias que sujetaban
 de Jehova dos testigos.
 Cogí pues mi recortada
 salida de cualquier sitio,
 y les hice tragar plomo
 por el tronco del oído.
 "que si eres feliz", me dicen
 Pues si, soy feliz, les digo.
 Así, sigue mi aventura.
 Y en llegando al quinto pino
 vi pasar a una montaña
 que iba persiguiendo a un tipo
 diciendo "si tu no vienes,
 pues tendré que ir yo contigo"
 Me crucé a los Hare Krishna,
 una multitud, de cinco
 que andaban con panderetas,
 armando bastante ruido.
 Y un grupo de japoneses,
 que andaban como perdidos.
 Y al fin, subido a una seta,
 hallé al padre del budismo
 Sidharta Gautama Hernández,
 por Buda más conocido.
 ¡Que setas debe comer,
 practicando el misticismo!
 Dejé al gordito comiendo
 y comprendí mi destino.
 Para poder ser un dios
 crearé el Capitanismo.
 Seremos todos hermanos,
 y seremos todos primos
 y lo haremos como locos
 y será muy divertido.
 Y entonces abrí los ojos,
 y vi más de cerca el grifo.
 Y al levantar la cabeza
 el espejo estaba límpio
 Pues todo lo había soñado,
 Excepto lo del pepino.
 |