Ahora que estoy lejos
lejos de alcanzar la luz
puedo ver con claridad
el letargo que se aproxima

Si suena desafinado
no es con la intención de
sino más bien es parte íntegra
del suplicio que está por comenzar

El pájaro que está afuera duerme
y el arroyo arrastra dátiles
marchitos por la sombra eterna
de la maldición que mitiga el camino

Un cielo de esporas sangrantes
acaricia el ataúd inminente
que acoge la mirada piadosa
de la tormenta invisible de tus ojos

De todas formas queda mucho por hacer
nada más un hogar destruido
por la soledad despiadada
que carcome nuestra conjunción

Es suficiente un atisbo de tu sonrisa
para complacer al ser agonizante
que acompaña con su guitarra
al animal muerto que intenta cantar

Dulces son las brisas esporádicas
triste es la modalidad constante
risas se escuchan tras las rejas
llantos retumban en los oídos del niño
enfermo

Un gargajo fermentado cuida la puerta
del castillo que uniforme viste la fachada
inmensa de ráfagas negras
en donde habita la desolación.-