De mí patria, de mi nombre y mis principios
de mí mundo por completo en extinción,
de tu rostro, tu recuerdo y tus suspiros
ya no guardo más memoria que el dolor.

Hay! de mí si recordara tus mentiras,
tus verdades por completo en extinción
si fingiera la demencia de esos días
intentando ocultarme bajo el sol.

Que decir de lo paupérrimo del aire
que circula el alquitrán de mi pulmón
que desciende y que asciende en los abismos
de mi torpe y mal logrado interior.

Hay! de ti si de mi mano casi muerta
se desprende un miligramo de valor
si arrancando el puñal de mis heridas
intentara destrozarte el corazón.