Quiero esribir pero las cosas ya no son como antes.
Ya no es sufrimiento puro, ahora son restantes,
son nostalgía.
El sentimiento de tranquilidad ha apagado la llama dentro de mi alma.
La energía vuelve lentamente a mi cuerpo
de la mano de la felicidad de estar viva.
Todo esta mejor pero ya las palabras no me fluyen con aquella fluidez,
aquella fluidez con la que fluia cuando estaba en aquel lugar oscuro,
lugar oscuro al que suelo llamar sufrimiento.


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Cuidando no lastimar mi voz,
mi voz y mi corazón que me mantienen viva,
safé todos los amarres que me mantenian pegada al dolor.
Logré salir de esa oscuridad que noblemente me amarró sin aviso alguno.
Oscuridad que no quería soltar,
creyendo ciegamente que era la luz que mi vida quería.
Aquella luz que mi vida no solamente quería si no que ya tenía.
Luz hermosa que ilumina mis días.
Luz de la vida y
de la gente que en esa oscuridad no pude ver,
pero estuvieron todo el tiempo brillando con amor.
Luz hermosa que se camuflo poco a poco con la oscuridad,
hasta que la perdí totalmente al no poder valorarla.
¿No la valoré?
No creo encontrar las palabras precisas,
simplemente la luz que sentía todo el tiempo,
pero no podía probar al acaparar mi corazón con la oscuridad.
Oscuridad que no fue engaño,
solamente confusión desagradable.
Oscuridad que sin darse cuenta se oscureció a ella misma.
Que agradable pensar con la mente llena de nostalgia pero a la vez alegría.
La mente llena de paz y tranquilidad infinita.
Paz y tranquilidad que a ratos tiene aquella nostalgía que la lástima.
Nostalgía que sale en forma de una salada lágrima por mi mejilla.
Nostalgía que me asota pero no me derrumba.
Una mujer fuerte nunca se derrumbará solo llorará.
Llorará por su envidiable sensibilidad libre que muchas veces le hará sufrir.
Le hará sufrir, pero nunca como le haría no sacar la cristalina lágrima que lanza su corazón desde lo mas profundo de el.
La hará sufrir un instante que rapidamente se irá.
Siento que ese instante se esta llendo.
Lo siento, pero se que instantes de nostalgía siempre habrán.
Siempre estaran mientras yo sienta y aprenda, viva y quiera.
Gracias a la vida de nuevo vuelvo a sus brazos.
Brazos que deje hace un par de lunas,
brazos que deje por una desesperación, por una entrega.
Brazos mismos que me rescataron pero a la vez me dejaron aprender.
Brazos que poco a poco me van tranquilizando las héridas que han quedado en mi.
Brazos que con el canto y las letras me curaran y me guiarán al cielo, al triunfo.
Brazos y canto que me ayudaran a tener una apropiada temperatura y luz en mi vida.
Gracias luz por estar todo el tiempo alumbrandome y alineandome de nuevo en el camino.