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EL VENDEDOR DE RECUERDOS


Andaba de un lugar a otro de la ciudad recorriendo cada una de sus calles buscando un buen regalo para su mujer. Los pies le estaban empezando a doler cuando divisó un banco, fue hacia él y se sentó. Allí observó una tienda que no había visto hasta aquél momento y algo en ella llamó su atención. Cuando se encontró algo más descansado fue hasta la tienda, el rótulo "SE VENDEN RECUERDOS". Estaba escrito con bonitas letras, de distintos colores y formas.

En definitiva el escaparate estaba adornado con un estilo diferente y original que invitaba a pasar dentro. Había fotografías de preciosos paisajes que se confundían con bellos objetos de mil y un lugares. Todo lo que vio no le dio la idea exacta de lo que realmente vendían allí. Se preguntó: ¿Cómo pueden venderte un recuerdo que tienes tú o alguna otra persona?

Cuando decidió entrar comprobó que la iluminación era la adecuada, una suave melodía hacía más agradable la estancia. Sentía sensaciones muy especiales.
Un señor de noble mirada apareció de algún rincón de la estancia.

- Buenos días ¿Le puedo ayudar en algo? - Preguntó amablemente-
- Buenos días. Realmente no sé qué es lo que quiero. ¿Me podría decir qué es lo que venden?
- Señor, en el escaparate lo pone con letras muy claras –contestó el vendedor indicando con la mirada el lugar mencionado.
- Sí, sí, leí lo que pone, aún así, no entiendo cómo lo pueden hacer.
- ¿Hacer? ¿El qué? -preguntó el dependiente algo desorientado.
- Vender recuerdos. ¿De quiénes son?
- Son de los compradores o de quien recibe el regalo. Vendemos normalmente dos clases de recuerdos. Los que ya han sucedido y los que tienen que suceder -dijo el vendedor intentando explicarse con la mayor claridad posible.
- Sí, pero ¿Cómo pueden vender recuerdos de alguien? ¿Cómo pueden tenerlos ustedes?
- No los tenemos. En ese caso lo que hacemos es refrescar la memoria de las personas.
- ¿Refrescar la memoria de las personas?
- Intentaré explicarme – dijo el dependiente cargándose de paciencia - ¿Usted sabe a quién le quiere regalar el recuerdo?
- Mire, ya sé lo que quiero. Quiero un recuerdo de cada. Uno que ya ha sucedido y otro por suceder – dijo el hombre intentando convencerse a si mismo y creyéndoselo poner difícil al vendedor.
- Bien, bien. ¿Y para quién son esos dos recuerdos que quiere comprar?
- Los dos son para mi mujer.
- Empecemos entonces por el recuerdo antiguo ¿Qué recuerdo le quiere regalar?
- El día que nos besamos por primera vez.
- ¿Usted se acuerda de ese día?
- Bueno, de todo no.
- ¿Se acuerda de dónde se encontraban?
- Sí, de eso si que me acuerdo.
- ¿Y de la ropa que llevaban puesta?
- No, de eso no me acuerdo.
- No tiene importancia. ¿Había música en el ambiente?
- Sí. Ahora que lo dice, me acuerdo que sonaba música de Simon & Garfunkel.
- Bien, ya hemos dado un paso importante.
- ¿En serio?
- Si, ya sabemos cómo envolver el primer recuerdo.
- ¿Lo sabemos?
- Sí hombre, sí, con música de Simon & Garfunkel. Vayamos a por el segundo regalo ¿Qué recuerdo le quiere regalar?
- El recuerdo de la noche de su cumpleaños, será dentro de cuatro días. Le prepararé una cena muy especial y la degustaremos a la luz de las velas. En la estancia se percibirá una pizca de olor a incienso.
- Fantástico –dijo el dependiente.- Sólo nos queda acabar de pintar el ambiente.
- ¿Pintar el ambiente?
- Sí, necesitamos una música suave para armonizar el encuentro. Tenemos que hacer que el recuerdo nazca fuerte, con grandes raíces para que dure toda la vida. ¿Qué música cree que le gustaría recordar a su mujer cuando se acuerde del día de su cumpleaños y de esa cena tan especial que dice que hará para ella?
- Ya veo por dónde va, empiezo a entenderlo todo. Las cuatro estaciones de Vivaldi.
- ¿Lo ve? Ya tenemos los envoltorios de sus recuerdos ¿Le envuelvo los envoltorios de sus recuerdos?
- Si, gracias. Me da la sensación de que me está tomando un poco el pelo. Son sólo dos cd´s de música grabada.
- ¿Usted cree que son sólo eso? –Preguntó sonriendo el dependiente.
- ¿Cuánto tiempo lleva vendiendo recuerdos?
- El tiempo suficiente para saber que va a quedar satisfecho ¿Efectúa el pago con tarjeta o al contado?
- Al contado. Volveré y le diré si me han funcionado los regalos.
- Aquí le estaré esperando, señor. Que tenga un buen día.
- Lo mismo le deseo - dijo el hombre mientras salía de la tienda no del todo convencido, llevando en la mano una pequeña bolsa con dos cd´s de música envueltos con bonitos papeles reciclados.

A la semana siguiente el comprador se personó en la tienda.
Al entrar se encontró frente al hombre que días atrás le había vendido los dos recuerdos.

- Buenas tardes –dijo sonriente el vendedor al reconocer al cliente. - ¿Qué tal le fue?
- Buenas tardes. Como le dije que vendría, aquí me tiene. Tengo que darle la razón - empezó diciendo.- No sólo compré música, compré también recuerdos. Créame, me alegra decírselo, estoy encantado. Funcionó tanto el recuerdo antiguo como creo que funcionará el nuevo. Creo que ha hecho un nuevo cliente.
- Me agrada oír eso. El motivo por el que me gusta vender recuerdos es que me gusta hacer feliz a las personas.
- Muchas gracias. Pronto me volverá a ver por aquí. –Dijo el cliente mientras empezaba a abrir la puerta de la calle.- Y no sólo eso, hablaré muy bien de su establecimiento.
- Muchas gracias señor. –Respondió el dependiente.

La sorpresa de la noche de cumpleaños de su esposa fue todo un éxito, parecía como si aquella agradable sensación no quisiera marcharse nunca. Y es que dar o ayudar a conseguir lo que un tercero necesita es más gratificante que recibir.

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Quiero dar las gracias por el pulido del texto a:
CLARALUZ

Texto agregado el 11-05-2007, y leído por 501 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
04-09-2007 mmm que bello cuento, inunda poco a poco de esperanza a cualquier corazón afligido...sabes porque? porque es verad, los recuerdos se mantienen vivos en tanto tu los tengas asi...y genial envolverlos para desempacarlos a tu gusto cada vez que lo sientas!.. luzyalegria
29-05-2007 Me gusto mucho el desarrollo y la idea. Felicidades. El final puede estar mas trabajado. juan_jose_gutierrez
 
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