Defuntus terra..

El sacó a pasear su pelaje
y el rostro mortem lo miró
la crueldad con la envidia
una trampa le dejó.

El cielo se oscureció...
y la guadaña de la bruja,lo esperó
para abrir su cuerpo aún vivo
con el veneno vil de su propio infierno.

Y mis palabras se silenciaron
solo aullídos de dolor grité,
la guadaña de la amargura
destrozó mi alma en pedazos.

¿Quién lamerá ahora
mis ciegas heridas?

Como pudo llegó bajo mi lecho
herido y convulsionante;
¡ay de aquella impotencia
de no poder mitigar dolores,
de aquellos que no lo pueden
expresar con nuestra lengua!

Caí de bruces sobre mi suelo desangrado
sus ojos desorbitados de miedo y dolor,
me indicaron que la muerte habia llegado
vestida con su mejor atuendo
y deteniéndose frente a mi portal.

Le abrí mi puerta
a la dama de rostro mortecino
solo para que mi gato
descansase en paz.

Lo extraño de todo esto,
es que ví a la muerte muy triste
y con voz dulce y suave me dijo:
"Acompáñame...
porque esta noche estamos de duelo"
"lo sé- mi gatito ha partido",
respondí con un sollozo.

"No hablo de tu gatito,
eres tú quien ha muerto",
respondió la muerte con tristeza
y abrazándome con fuerza
el pésame me dió.

21/3/2007