Languidece mi cintura
sin tus manos,
desviandola sin tiempo
a tus abismos.
Mi cuerpo
cae pesadamente,
sobre el calendario
de un futuro incierto.
Nada tengo de tí
y en esta niebla
espesa,
me arranco la piel
para encontrarte.

¿Donde hallarte?

Los números
desaparecieron,
en la furia de una noche
y no se donde estas
y no quiero saber.
Miento,
quiero saber,
para volver a borrar.
Trabajar
hasta que las piernas
se quiebren
de recuerdos,
alejar la mente,
haciendo de la memoria
laberintos de insomnio.
Los días pasaran
y llegara la noche,
la noche dormira
y amanecer será.
Y asi
dia tras dia,
hasta que en una tarde,
sin lágrimas ni risas,
no recuerde tu nombre,
y me invada la paz...