Perspectiva de la primera batalla

Avizoro abismos enluzulfúricos irabobos
translúcidos galácticos de nada
de cortina de humo/
No me reten.
No les basta.
Trastoco fondos y francotiro soplos
cierto/ ultramismado/
metatumbos rocosos
retoco los bombos
someto la pira
arremeto en consensos.
Les advertí.
Se rinden. Te encuentro.

Perspectiva de la segunda batalla

Huidas aceradas
timpánicas
recubiertas de trasnoche
esfuman polvos
/ ingenuentes
/ cronozados.
Se ordenan
claustro- m é t r i c a s
prestas a turbar al yo-enemigo.
Remito mis restos emergentes
en otra yo-ofensiva
escurriendo
/ mi agonía
/ mis convicciones histéricas.
Revuelven voloteos
los silencios/
en ignorarme esquivas.
/ Sopores maradénfugos.
Renuncia impostergable
mi exilio bonaerense.

Perspectiva de la tercera batalla

Azoto mis gestos
y la tierra repite el silencio.
Despacio
sorteo esta franca transparencia
-me asomo al centro
/los días arden en las piras de Morfeo
-de otros tiempos
las gravedades gimen unas otras rebeldías.
Hemos sofocado ese tormento.
Se erige un yo revuelto
una tú tendida
/todavía percibo el miedo/
desoigo el nuevo aviso
-lo siento-
y me lanzo a palabras a conquistar tu tiempo.
El tiempo.