Tuvo que haber algún momento que se pueda definir como punto de partida, un momento en el que nuestras mentes conectaron y se miraron…puede que ninguno de los dos sepamos reconocer ciertamente cual fue ese momento, pero ambos sabemos que ocurrió.

Es curioso como la vida de alguien se llega a entrelazar con la de otra persona pasando a formar parte de la misma. Mucha gente dice que eso es cosa del destino, pero yo no lo creo así. No hay nada definido en este mundo y mucho menos los actos de cada persona. Somos dueños de cada decisión que tomamos, de cada pensamiento, de cada palabra…lo que existe entre tú y yo, cada momento que vivimos, es algo que surge de nosotros y es tan verdadero como tú y como yo.

El poder contar con una persona incondicionalmente en cualquier momento, es algo a lo que no se le puede dar valor…sé que no estamos a 1000km pero tampoco estamos a 20km, sé que todavía no nos conocemos demasiado y que hay veces que cuentan más los hechos que las palabras pero… me importas, me importas lo suficiente como para demostrarte con el tiempo lo que ahora te estoy diciendo.

Es posible que pienses que para mi no seas tan importante como lo puedo ser yo para ti pero no es así…es posible que no sienta lo mismo por ti que tú por mi, pero eso no borra de mi el significado que en este momento tienes tú en mi vida.

Cuidar una amistad requiere constancia y dedicación, y si pretendemos que lo que hay entre nosotros perdure, esa es la fórmula a seguir. Parece fácil pero esconde una sutil reacción en cadena que hace que sólo funcione si los dos ponemos de nuestra parte.

Llegado a este punto solo me queda recordarte que la sinceridad que me transmites, el apoyo que me das y el cariño que me demuestras, es lo que más valoro en ti. Me gustaría que esos valores no cambiasen nunca y que se pronunciasen además aquellos otros que mencioné antes.

No se que pasará con nosotros, pero por ahora se lo que no me gustaría que pasase, y es que perdiésemos esta amistad.

TQM