Lo siento...

Es muy triste que quien más has amado te impulse a seguir, sin que eso implique continuar en tu camino.

El mensaje era para el minuto, para ese momento. Tus ojos no están mirando hacia ninguna dirección, estás totalmente desviado de tu vida, de mi vida, de tu historia y de esa historia que alguna vez compartimos, que alguna vez vivimos... que sigue como siempre en mí, intacta. Pero tu visión tan humana y superficial de un síntoma, para hacer entonces tu propio diagnóstico, terminó por generarme una enfermedad de muerte. Porque estoy decepcionada; de verdad quería creer que a pesar de cualquier cosa tú estarías, pasara lo que pasara estaríamos juntos, aunque tu mano de la de ella, aunque la mía sin vida, creer que SIEMPRE tendríamos ese nexo incomparable de quienes se aman desde y hacia la eternidad. Hoy llueve más que nunca en mi vida, sólo buscaba detener un poco la lluvia, o tal vez amortiguarla, pero cuando miré ahí no estabas. Pasaron horas, de no haber tenido despierto mi sentido de intuición para buscar ayuda en otro sitio, probablemente mi casa se hubiese inundado, y yo, no tenía como salir de ahí. Sí, tenías razón, porque pude superarlo sola, porque tuve que decidir sola, porque el único soporte tuve que crearlo desde mí, para mí, para mi madre. Horas esperé y recibí una respuesta fría de un ser humano, de alguien a quien no le hubiese preguntado tal vez nada.

Lo más triste de todo esto es haber mirado hacia atrás, hacia nuestra relación, y darme cuenta de lo que me falta y me faltó, lo que necesito y no tuve desde tí, para mí... que el lugar que tú tienes en mi vida, yo no lo tengo en la tuya, que quizas nunca lo tuve.

No sé que te hizo el mundo, pero por muy fuerte que caiga la lluvia, tú cuentas con la completa certeza de que yo sí estoy ahí.

Donde está Asael?? Puedes responderme?

Mi agitado corazón se detuvo cinco segundos, detuve mi alma y desperté mi frío, y detenida ahí pude responderte con la misma frialdad con que me preguntaste porque era tarde. Con el alma sin tiempo de espera, sin más tiempo de algo más, renuncié a seguirte más, en ningún sentido. Porque mi fuerte intuición me dice que te perdiste, y si te pierdes y me vuelves a traicionar no podré perdonarte, porque entonces será mi propia perdición y no lo voy a aceptar, no puedo. Ya tengo mis razones fuertes para continuar el largo camino que precede todo esto, el camino que lloré por el Único, perdido entre el mar de gente, y por Ella, desconsolada llorando en el bosque.

No voy a interferir en la vida que tú escogiste, en el amor que tú crees amor, en la forma que tú quieres creer de ser.

Curé su fiebre y su dolor. No, el mío aún no.

Con la misma fuerza con que te amo, hoy te juro que no me permitiré ver en tí al que escondes.

Cuando lo dejes ver será innegable tu condición. -cuando sea eso verdad, en esta y en todas las realidades y verdades, seré la primera mirada que veas.

Yo sigo ahí, soy la misma.
Hace frío aquí y mi casa sin tí no es hogar, pero con todas mis fuerzas... No más.

Siempre, sin condiciones, sin tiempo ni espera, existo, soy y estoy para tí...

Siempre.