Las calles de mi ciudad,
se llenan de humo negro,
no dejan respirar
los pulmones del pueblo.

Las plantas de mi jardín,
sollozan por agua cristalina,
les roban sus ojas finas.
jardineros del sanedrín.

Los perros de mi casa,
aprehenden la cortesía,
les prometen buena comida,
y les traen a servir carne podrida.

Para ir hasta mi casa,
sólo me basta caminar,
pues en tren o bus roban el alma,
diciendo :"no cuesta nada".

Los niños de mi pueblo,
lloran su triste suerte,
sus vidas no valen nada,
ante un olfato colérico,
que exige título académico,
siendo brillantes mentes ellos.

Los ricos de mi pueblo,
gozan de cristiana sepultura,
los pobres de mi pueblo,
gozan de buena salud,
mas los infortunios son de los medios
que trabajadores son.

En la Iglesia piden limosna,
el estado pide un impuesto,
ricos,medios y pobres claman un puesto,
los que mandan hacen oidos sordos
y ojos ciegos ante un pueblo sin sociego.