Las injusticias son atroces. Algún día me gustaría contar que un hombre se revolcaba entre cadáveres tratando de salvar su vida. Tratando de uhír de alguien que quería cortarle la cabeza por gusto. Me gustaría pensar que algún día pasó esa idea injusta que se me ocurrió ahora y que quizás no sea mía sino de algún asesino. Me gustaría saber que el tipo que va a morir sabe que es injusto y que repudia su muerte no por que sea suya, sino porque no era necesaria; porque no se la merecía. Me gustaría ver en sus ojos que, al amarrarlo a la
guillotina está pálido por querer reclamar. Pero no, no va a reclamar, solo va a implorar por su vida. Va a pedir piedad en vez de justica.

Tal vez, cuando tome su cabeza recién cortada y le pregunte ¿fue injusto?, el me responda, con la última palpitación de su cerebro agonizante: "Me duele".