Amaneció nublado y así se mantuvo todo el día.
LLegada la noche sucedió de nuevo.
Porque por la gran pileta de la cocina se scuchaba un ruido que me paralizaba.
Y se escuchaba solo de noche cuando todos dormían profundamente. Y yo estaba seguro que era para asustarme a mí.
Lo cierto es que noche tras noche me levantaba tratando de llegar a la cocina pero en la puerta me quedaba aterrorizado, inmóvil.
Tenía doce años y era muy chico como para vencer ese miedo.
Una noche en que tenía un amigo invitado a dormir, él también lo escuchó.
Al preguntarme sobre el ruido le dije:-¿Podría ir vos y ver si quedó la canilla abierta en la cocina?
Mi amigo se levantó y descubrió con gran sorpresa que una gran gota de agua caía en la pileta, rebotaba y se dividía y cada una de sus partes goleaba diferentes objetos de la cocina haciéndolos sonar. Y que el ruido retumbaba en llas paredes de la cocina y que también se producía un eco de esos ruidos que se desparramaban por toda la casa.
Volvió muerto de ...risa y asombrado dijo:- ¡Hay que ver lo que hace una gota de agua!
Eso ya lo sabía.