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Inicio / Cuenteros Locales / Latentaciondeeva / El deseo de verte cala mi piel

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De pronto él y yo nos encontrábamos en una plaza, fue sorprendente que nos viéramos otra vez, fue poco creíble ya que esperábamos las vacaciones de fines Julio, fui en avión tan solo a verlo, de amarlo con mis manos y labios, a sentirlo, a oler su aroma que mi sentido del olfato buscaba, recibir sus manos que cada poro de mi piel me exhortaba a que la exaltara, sentir su piel que mis labios querían empaparlos de pasión y ver sus ojos exorbitados de goce por tenerme.

Pasaron unas horas de haber llegado al aeropuerto de aquí y llegué a ese lugar que con ansias me recibe, que gustoso se entrega y es testigo de esa pasion que emergio ese loco querer que abrio camino, pero que clima tan cálido esa tarde, brotaba aún más mis anhelos de quererlo ver con locura, definitivamente sentía unos ganas de plasmar en su cuerpo mis falanges llenos de romance, de susurrarle al oído aquellas frases que mis labios morían por decírselo.

Estaba sentada esperándolo en una banca de la plaza, llevaba mi libro de Milán Kundera “La identidad”, me paro y rodeo la plaza y ahí lo vi., nos miramos tal vez un poco fuera de nosotros ya que fue sorprendente, no lo podíamos creer una vez más, si fue la segunda vez que hacia tal travesura, tal escape, aún nos parecía increíble, nos saludamos , hablamos poco , un poco más y balbuceaba y es que estaba nerviosa, sin embargo él como siempre me hacia hablar aunque no era de nosotros pero me hacia hablar, algunos comentarios fuera de lugar y ciertas criticas de aquellas preguntas por la que me hizo hablar, de pronto no me contuve y en una esquina lo cuadre y lo bese por tan solo 10 segundos haciéndole recordar que necesito estar con él, cruzamos la siguiente pista de aquella calle pasando una iglesia y dejando de lado a un poste que nos delataba, pasaban los autos y nosotros seguíamos caminando sujetados de la mano y seguíamos pacíficamente caminando con un semblante soberano, luego de unas cortas conversaciones narrando aquellas excusas por la que me escape a querer ver el firmamento con él, por fin encontrábamos un olimpo firmado por “Santa Catalina”, donde desfogaríamos todo ese ardor que ya se desbordaba, aquella se convertía en un testigo más a esta travesura que ambos planeamos.

Llego el frío que hacia tiritar sin embargo nuestros cuerpos no lo sentían ya que ambos nos proveíamos de aquella sustancia llamada pasión que nos hacía arder, ya era de noche se terminaban los minutos de las siete y los dos ya nos ensortijábamos en palabras románticas, me extrañaste?, Cuánto? Mucho o poco? Me quieres? de aquellas frase susurrada al oído: Te quiero, ya expuestos en esa cama que nos llamo a acomodarnos, poco a poco él me iba excitando logrando su objetivo de desnudarme, sin dejar de besarme.

Él me tocaba suavemente y con mucha exitacion me invitaba a ser participase en aquel secreto de besos encendidos entre ambos, no dejaba de tocarme con locura, besaba mis labios con fervor, me abrazaba, acariciaba mis brazos y mi espalda, bajaba a besar mi cuello, acariciaba mi melena y mi rostro como tiernamente lo sabe hacer y mi cuerpo se encendia y se concentraba sólo en él, en sus labios, manos y en su cuerpo, me tenía solo para él, todos mis sentidos eran controlados por él, su mano derecha se deslizaba a tocarme los pechos suavemente y metió su mano debajo de mi casaca marrón y yo me saque la chalina que llevaba puesta, me sacó la casaca y continuó tocandome con más fervor me saco el polo corto rosado, sin dejar de besar mis labios, apegó más mi piel a su cuerpo y comenzó a besarme los hombros, los brazos y fue desabrochando mi brasier hasta que logró quitármelo por completo, me recostó sobre la cama y ahí comenzó a besar mis senos con devoción, se volvía loco besando y tocando mis pezones y yo me excitaba, me hacía estremecer hasta que llegaba a perder la razón, ya comenzaba a susurrar de placer, con que gusto recibia aquellos besos, me gustan sus besos, sus manos iban acariciando entre mis senos e iba bajando y los ponia detrás de mi, comenzaba a tocar donde la espalda perdia su nombre, en círculos los acariciaba y mayor era mi exitación, seguía bajando y acariciaba mis piernas de adentro hacia fuera, luego abrió el cierre de mi pantalón, desabotono y saco mi correa y yo le ayude a sacarme la correa y aun yo con el pantalón puesto metió su mano dentro de mi pantalón, en la parte de adelante, acariciaba mi intimidad por encima de mi lencería, eso realmente me excitaba, pero eso no era suficiente, poco a poco me quitaba el pantalón y yo termine por sacármelo, nos acomodábamos en la cama y yo comence por quitarle la corbata, y el termino por sacársela luego le saqué su camisa blanca, pero que sensación tan fuerte aquella que sentí cuando acaricié sus pectorales y su espalda, poder olerlo y besarlo wauu que placer!!!. Luego saque su correa y el me ayudó a terminar de sacársela y así mismo se saco el pantalón, luego yo me puse encima de él para besar cada milímetro de sus pectorales con dedicación, con euforia, seguía bajando y veía que estaba húmedo y exitado, volvia a subir para seguir plasmando mis besos que su cuerpo me gritaba que lo hiciera, me dejaba besar mis senos y mis pezones ya estaban duritos y el se ponia aun mas loco, y en mi rostro se reflejaba tal placer de acoger sus besos.

Respiramos un poco y cambiamos de posición y ahora él estaba encima de mí y nos besábamos con intensidad en la boca y mutuamente introduciamos nuestras lenguas, luego mi amorcito bajaba suavemente besando mi cuello , mis pechos una vez más y besaba la mitad de mi cuerpo, y continuaba bajando no perdia de vista ningun milímetro de mi dermis, cuando llegó hasta lo más intimo de mi ser, comenzó a acariciarlo, tocó mi vello púbico, luego mi clítoris y de ahí mi vagina, comenzó a besarme en ese lugar donde causó mayor excitación y goce, hizo que me contorneara y a que gimiera de placer, de dicha, los dos ya estábamos delirando, él me llenó de satisfacción, juntos entrábamos y poco a poco morábamos en ese paraíso que nos colmaba de un goce único.

Texto agregado el 05-07-2007, y leído por 803 visitantes. (1 voto)


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