Diez de la noche en punto, las sombras de deseos y recuerdos de vividos momentos, ocultan la ira de aquellos tiempos
Me veo como desde lejos, caminando hacia dentro de alguna habitación sellada de luces y ambientada de unas cuantas falsas
Me hipnotiza el vaivén de candelabros cuyas llamas impulsadas por la brisa parecen bailar una danza incomprensible de curvas, saltos y apagados constantes

Siento tu presencia de cerca, como si hubieses estado los tres segundos que me tomo percibir tu tibia mirada
Te vi acercarte como viéndome a través de tus ojos sin sentido todo el tiempo
Y caminando lentamente, ante mis ojos te entregué mi vida y tome la tuya en un acto suicida…
El olor de la sangre inunda la oscura habitación
El frío de pronto calcula el suceso y me hace percatar de aquella extraña realidad incesante
En la cual la navaja manchada de sangre anuncia otra prematura pero necesaria muerte…

La noche esta maldita de nuevo con matices tan oscuros de colores inalcanzables a mis ojos
El dulce aroma de la sangre ah sobrecargado el ambiente y mi mano temblorosa conoce muy bien al parecer el futuro cercano

En el pecho a la altura del corazón la navaja espera impaciente…

Si pudiese hacerlo todo de nuevo modificaría cada detalle

En la cumbre de mi ira apagaría se, esta con tu mirada tibia y cesarían los siempre presentes deseos de muerte
Apagaría las velas... y me acercaría poco a poco a sentarme a tu lado solo a contemplarte y escondería el miedo
Escondería también “talvez” el deseo de simplemente besarte pensando en mi cabeza que no podría ni acercarme... no me dejarías…
En un momento de locura completa, acariciaría tu frágil rostro y me armaría de valor para besarte lentamente
Con todo el tiempo siendo contado por observadores invisibles de pocos momentos de vida en mi cabeza
Moriría en ese instante por ser de tus labios el brillo, de tu boca el silencioso asesino y de tus sueños la base de infinitos deseos

Si pudiese hacerlo todo de nuevo… pero ya no puedo

“Ahora es tiempo de mezclar mi sangre con la tuya”

Diez de la noche con dos minutos…

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