TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / martincillo / ASTROLOGÍA

[C:304953]

ASTROLOGIA

Un día le pregunté al que había estudiado mucho, ¿Sobre qué es el curso que estás tomando? Él me contestó en forma burlona, Es de “ASTROLOGÍA”. Definitivamente su curso no trataba de eso y me daba únicamente esta respuesta pues sabía la tendencia que yo tenía hacia la Astrología y pensó que de esta forma me estaba dando a entender que la Astrología era una falsedad y que yo era un ingenuo por creer en eso.

Reconozco que esta persona es muy inteligente y estudiosa y yo con mi poca preparación en el aspecto científico, simplemente no podía contradecirlo. La mística pura no es suficiente para convencer a las personas escépticas y yo era totalmente místico, pero mi corazón me decía que la Astrología era verdadera. Así, sólo cerré mis ojos y me llené de impotencia al estar totalmente imposibilitado de decir algo que demostrara lo contrario, pero fue tan grande mi desesperación que pedí un deseo, implorando a la mística que me ayudara. La mística dice que cada ser humano guarda consigo todos los conocimientos del Universo, que somos una gran biblioteca donde se ha guardado toda la sabiduría de los tiempos y esto habita en el subconsciente, donde está ese súper yo. Todo es cuestión de fe y creer que todo está en la mente, la todopoderosa mente. Al regresar de mi pensamiento y situarme otra vez en la realidad abrí mis ojos para llevarme una gran sorpresa.

Yo estaba sentado y ahí, encima de mi escritorio, frente a mí, estaba la figura de un niño mago, un maguito. Pronto me dijo que guardara silencio, que nadie más que yo lo podía ver y que las fuerzas de mi mente lo habían enviado. Yo no podía creerlo, ya que esto era el deseo que con tanta fe y fuerza yo había solicitado. El maguito continuó hablando, Yo te voy a ayudar a demostrarle a este tonto que no debe hablar de más.

Algunas cosas te las diré y otras te las anotaré, sólo que usare una forma de escribir que te hará leer más rápido. El niño si acaso tendría cinco años y traía el atuendo del mago, se veía gracioso con su túnica azul con estrellas, planetas y cometas y un gorro en forma de cono con los mismos símbolos, precisamente los símbolos de la Astrología. Inmediatamente sacó, con un acto de magia, un pergamino que me puso enfrente con la increíble escritura:

L E E R R A P I D O ...!!

Sgeun la msitica, no ipmotra el odren en el que las ltears etsen ersciats, la uicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la utlima ltera esetn ecsritas en la psiocion cocrreta.

El retso peuden etsar ttaolmntee mal y aun pordas lerelo sin pobrleams, pquore no lemeos cada ltera en si msima snio cdaa paalbra en un contxetso.
Presnoamelnte, ¡¡me preace icrneilbe!!

¡Sorprendente!, pude leer más rápido de lo que normalmente lo hacía y definitivamente me pareció que no leía, sino que absorbía las palabras. El maguito me mostraba que en realidad él era eso, se me acercó al oído y me dijo Este hombre ha guiado sus grandes conocimientos en un solo sentido, es totalmente escéptico, no cree en la mística, únicamente en la ciencia, y para entender totalmente la gran creación es necesario hacer una mezcla de estos dos aparentemente opuestos. Así pues, el maguito me pidió contestara a la respuesta burlona que recibí. Todo esto pasó en un instante mientras parecía que el tiempo se hubiera detenido para los demás. Me levanté y miré directamente a los ojos a esta persona mientras el maguito comenzó a darme indicaciones y me mostraba, mediante pergaminos con esa escritura maravillosa, lo que él deseaba que yo dijera.

Comencé diciendo, No creo que haya alguien de los que tú conoces que esté a la altura, al nivel y al grado de conocimientos que se necesitan para dar un curso de ese tipo. Sin dejarlo hablar, continué, Para dar ese curso primero se necesita saber de campos vectoriales, física, matemáticas y hasta relatividad. Enfaticé que con esto no pretendía insinuar que él no había estudiado sobre estos temas y que no los comprendiera. Pero yo era el que no sabía absolutamente nada de esto y no podía creer lo que había dicho porque de esas disciplinas que mencione, yo no dominaba ninguna, ni siquiera cerca de hacerlo, pero el maguito con su lenguaje fantástico me había orillado a decirlo.

Mi interlocutor se sorprendió mucho, se le vio en la cara e interpreté su pensamiento, ¿Qué mosca le habrá picado a este que pretende desafiarme? De seguro no sabe de lo que habla, pobre, lo voy a aplastar.

Me contestó, Ahora si estás bien loco, no sabes de lo que estas hablando. Interrumpiéndole le dije, ¿Sabes lo que es una marea?, a lo que él asintió forzadamente con la cabeza. El maguito seguía con sus pergaminos y ahora también sacaba ilustraciones, me estaba enseñando y su técnica era muy entendible. Expliqué, Bueno la marea es el efecto de la Luna sobre la masa del agua del mar, en otras palabras es una fuerza de atracción de la luna hacia el mar y hace que suba su nivel. Él contestó ¿Y eso qué? Entonces le dije, Pues la sangre de tu cabeza es un líquido, imagínate que efecto podrá tener sobre él la Luna. Pensó un poco y contestó No mezcles las cosas. Pues resulta –continué-que tu cerebro trabaja con sangre, es decir, entre mejor flujo de sangre tengas en tu cerebro, serás más lucido, más creativo, imaginarás más y entre más facilidad tengas de hacer llegar la sangre hasta él, tu corazón se forzará menos, o sea, hasta tu corazón se ve favorecido por el efecto de la luna. El maguito caminaba alrededor del individuo y era muy gracioso, ya que le hacía unas señas y gestos muy chistosos, queriendo dar a entender que esta persona era tonta. En la cara del hombre se dibujó una leve sonrisa de inconformidad, de esas que se producen cuando no puedes responder ante una verdad evidente.

Me miraba con gran intriga, se preguntaba cómo podía yo saber eso. La verdad no lo sabía, hasta ahora, pero tenía gran lógica lo que estaba diciendo, asesorado por ese misterioso niño mago. Yo mismo estaba sorprendido por la seguridad con la que estaba hablando y creo que mucho tenía que ver esa extraña escritura que provocaba que mi energía cerebral fluyera con mayor intensidad.

El maguito se me acercaba nuevamente al oído, era un poco inquieto y juguetón, claro, era un niño, y me daba más instrucciones. De tal forma, continué ¿Sabes lo qué es un campo vectorial? Él replicó ¿Ahora a que vas? Le repetí la pregunta ¿Sabes lo que es un campo vectorial?, yo me ponía algo nervioso, pero lo disimulaba y pensaba, De qué estoy hablando a ver si no meto la pata, pero el maguito reía y me decía Calma, todo va a salir bien no te preocupes, tú sólo has lo que te digo y habla. Este hombre ya estaba molestándose No me trates como a un tonto.

Está bien, entonces asumo que sí lo sabes, nunca he pensado que seas un tonto, únicamente quería estar seguro de que ibas a entender lo que a continuación te voy a explicar. Me decía a mí mismo, Espero que yo también logre comprenderlo.

La gravedad o, más propiamente dicho, el campo gravitacional producido por la masa de las estrellas, planetas, etc., es precisamente un campo vectorial, es decir, en cualquier punto del universo donde te pares siempre existirá un vector producto de los campos gravitacionales de los astros y con la masa de tu cuerpo producirán un vector resultante o mejor dicho una fuerza resultante. La fuerza se representa por medio de un vector -¡órale, ya estoy hablando de vectores!, pensé mientras volteaba a ver al maguito, enviándole mensajes con la mirada para que no fuera a alejarse o desaparecer de repente-, el cual gráficamente se representa por una flecha, misma que tiene magnitud, dirección y sentido. Ese vector que aunque tus ojos no lo ven, se encuentra naciendo justamente en tu cerebro, para ser exactos en tu hipotálamo, y recuerda el hecho que no lo veas, no significa que no exista.

Cuando dije esto miré al maguito, sabiendo que únicamente yo lo veía, los demás no, pero eso definitivamente no indicaba que no existiera y, bueno, lo estaba comprobando palpablemente. El hecho de que ellos no tuvieran la fortuna de ver al maguito, no indicaba que no existiera este ser, cuyo efecto era tal que él era el que daba respuestas y explicaciones para sustentar las mías. Continué, Cada ser y cada objeto sobre el universo necesariamente tendrán un vector resultante mientras formen parte del universo material, y ese vector representará la configuración de toda la materia del universo en ese instante. Claro está que los astros que más aportarán a ese vector serán los más cercanos a ti, que en nuestro caso son el Sol, la Luna, la misma Tierra y los demás planetas de nuestro sistema.

En la cara del intelectual se reflejaba ya más el asombro que las sonrisas de incredulidad. Este hombre se había quedado mudo y el maguito ya estaba muy feliz, haciendo nuevamente poses de burla con sus manos y su lengua al individuo, quedándosele viendo y haciéndole muecas para demostrarle que era sin duda un tonto no creyente de la Astrología. Los pergaminos con las ilustraciones y la escritura increíbles seguían apareciendo y yo continuaba diciéndole, También existen otros dos campos fundamentales que aportan sus fuerzas y sus efectos y éstos son los campos eléctricos y magnéticos, dependiendo de donde te encuentres podrán ser intensos o débiles y finalmente también tendrás que agregar su contribución al vector resultante.

La plática había llamado la atención de los compañeros que se encontraban cercanos a nosotros, y por supuesto se les había hecho interesante lo que estaban escuchando. También estaban muy sorprendidos y les daba risa ver como yo tenía al erudito, contra la pared, aunque algunos de ellos me apoyaban y otros no. Ahora con una tremenda seguridad y confianza, yo sólo quería que de la boca del gran estudiado siguieran saliendo palabras, negando la autenticidad de la Astrología, para que yo con la ayuda de mi amiguito tuviera la oportunidad de seguirle demostrando lo contrario. Mi mirada estaba clavada en sus ojos y con el alma quería que dijera algo, pero al parecer se había dado cuenta de que cualquier cosa que dijera iba a ser inmediatamente refutada.

Yo no tenía grandes estudios relacionados con la ciencia, de hecho me consideraba torpe para eso, pero algo científicamente inexplicable sucedía y de repente yo podía abordar esos temas sin ningún problema. La mística me estaba ayudando y lo hacía de una forma tal vez no usual, mira que ponerme a un niño mago a enseñarme ciencia cuando ningún profesor en mi época de estudiante logró que yo la entendiera. Tal fue mi torpeza para esto de la física y las matemáticas que decidí no estudiar una carrera que implicara la aplicación de este tipo de tópicos.

Ahora la confianza llegaba a mí y veía a mi amiguito mago, esperando me mostrara lo que seguía. De esta forma, sacó unos pergaminos y ¡oh sorpresa!, esta vez eran inscripciones matemáticas. ¡¡Noooo!! –pensé-- ¡¡No eso no!! Ése era mi talón de Aquiles y aún con la ayuda de mi amiguito, simplemente no podría con las matemáticas. La confianza que yo había alcanzado repentinamente se quería ir, pero mi amiguito sólo me cerraba el ojo y me decía que no me preocupara, que todo estaba controlado. Haremos un cambio y eliminaremos las fórmulas matemáticas y explicaremos esto de una forma muy sencilla y entendible, no te preocupes, aseguraba el maguito. Pronto recuperé la confianza, así es que se acercó a mi oído otra vez para indicarme lo que tenía que decir.

De esta manera proseguí argumentando que si el Universo era un gigantesco campo vectorial, entonces podía aplicársele los procedimientos matemáticos para estos campos, tales como la divergencia, el rotacional, y el gradiente. Me estremecía al escuchar esto, estaba hablando en términos matemáticos pero sin fórmulas. De todos modos, el sólo hecho de escuchar sus nombres ya me producían intimidación, pero bueno, ahí estaba mi guía y él me daba la información, yo solo era el medio. Proseguí, La divergencia aplicada a cualquier punto en el espacio nos dice en donde hay fuentes o sumideros para ese campo vectorial. Sin entrar en detalles, una fuente es un punto de donde emana energía, por ejemplo el Sol, nuestra cabeza, un polo eléctrico, etc., y un sumidero es el punto por donde desaparece la energía, por ejemplo un agujero negro, o para el caso de una alberca, la coladera por donde se va el agua. Normalmente la mayoría de los puntos en el espacio no son ni sumideros ni fuentes, es decir, si se toma un punto en el espacio donde no haya materia (que es la mayoría, propiamente el espacio vacío), pues tampoco puede haber fuente de emanaciones, de campos eléctricos o magnéticos o alguna combinación de estos, y tampoco puede perderse energía en la nada, pues siempre debe existir materia para esta condición, por lo que no puede haber ni fuentes, ni sumideros. Consecuentemente, la divergencia sería cero para esos puntos. El rotacional nos dice en qué puntos de ese campo vectorial se formarían remolinos, es decir, los vectores rotan. Esto puede verse claramente en un huracán, tornado o remolino en el agua y el gradiente me indica el camino en el que es más intenso el campo.

Ahora el maguito me indicaba que me dirigiera a todos los ahí presentes y que les hiciera unos comentarios que iban encaminados a abrir sus mentes. El maguito me decía, Esto no tiene la intención de hacerlos creer en algo, pero sí tiene la intención de que deben entender y respetar a las personas que sí creen en la Astrología. Uno de esos comentarios fue que nos les extrañara el hecho de que en ciertas fechas y en ciertos lugares se juntara gente a recibir energía porque tal vez en esos lugares y en esos días ni la divergencia ni el rotacional serían ceros, y que seguramente el gradiente en ese momento y en esos lugares estaría en su máximo indicándome el camino o la dirección en que el campo es más intenso. Mencioné eventos como solsticios, equinoccios, estaciones del año y lugares como Egipto, el Tibet, Palenque, etc.

El gran estudiado exclamó, Tú quieres volvernos locos a todos. No sé exactamente si eso fue una muestra de desesperación por tener que aceptar lo que yo le decía o si fue una muestra de impotencia al no poder contradecir mis explicaciones. Entonces el maguito comenzó a instruirme en los signos del zodiaco, algo que por supuesto me era más familiar y que me apasionaba. De hecho, yo creo mucho en el zodiaco, pienso que efectivamente éste tiene que ver mucho en el comportamiento de las personas. Entonces por supuesto mi plática se fue sobre los signos del Zodiaco, sintiéndome más seguro ya que estaba en mi elemento, aunado a la importante explicación que había recibido, desenvolviéndome a la perfección: No hay que malinterpretar lo que se ha dicho de esto como los horóscopos, la suerte, el futuro, etc., pues sólo es el producto de la mercadotecnia y el negocio. Piscis, Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario, Capricornio y Acuario son los nombres que les hemos dado a las constelaciones y van ligadas a los elementos, las estaciones y periodos del año y su significado tiene que ver con el comportamiento de los seres vivos y los fenómenos naturales, por ejemplo, entre finales de Febrero y una parte de Marzo la constelación de Piscis se posa justamente sobre la bóveda celeste encima de nuestras cabezas y aporta su influencia a ese vector resultante, del que les he hablado, determinando en gran parte el comportamiento de los nativos de este signo y los fenómenos naturales propios de este periodo.

Yo estaba feliz, sentía que había liberado algo contenido en mi corazón y había logrado cerrarle la boca a tan arrogante individuo, quien me miraba con profunda extrañeza ya que no comprendía cómo yo, de la noche a la mañana, dominaba el tema, hablándole en sus mismos términos científicos a los que él esta acostumbrado. Por momentos parecía querer decir algo, pero simplemente no hablaba, pensaba que yo le contestaría a cualquier cosa, así es que decidió permanecer callado.

Y bueno, hablar sobre Astrología sería un tema que no tiene fin. Hay tantas y tantas cosas que pueden decirse y agregarse a esta ciencia, pues aunque no parezca, es ciencia y debe considerarse como exacta. No en vano nuestros antepasados se guiaron en ella para levantar sus grandes culturas y civilizaciones. Lo único que hay en el Universo son astros: planetas, estrellas, cometas. Todos somos astros, cada ser humano.

El maguito tronó sus dedos haciendo un grandioso acto de magia, ya que comencé a ver los vectores de las personas que estaban a mi alrededor ¡Qué impactante fue esto!, sentí que podía interpretar sus sentimientos y sus pensamientos. También veía las emanaciones de energía que nos inundaban. Instintivamente alcé mis brazos con mis manos abiertas queriendo agarrar esa energía libre y disponible que estaba aquí mismo, en nuestro espacio, nos rodea y no lo sabemos. Nadie de los presentes se sorprendió de lo que yo hacía, pensaban que estaba tan concentrado en lo que les estaba platicando, que simplemente no vieron con extrañeza mis movimientos. Finalmente el maguito volvió a tronar sus dedos y dejé de ver estas cosas maravillosas. Sacó un último pergamino donde su mensaje era de despedida y me dijo que él podría venir cuando yo lo necesitara, todo era cuestión de que yo lo deseara, Yo habito en tu subconsciente, soy tu súper yo, y desapareció. Me quedé pensando un poco y comprendí entonces que en verdad todos teníamos un niño en nuestro interior, en nuestro corazón y en nuestra mente.

Ahora ya solo, pero con una gran seguridad, terminé diciendo, No sé si para bien o para mal, pero es mejor que no todos sepan esto, pues es un conocimiento al que no todos pueden tener acceso, porque si el Gran Sabio del Universo le diera a alguien ojos para ver esos vectores en cada persona o para determinar esos puntos de mayor energía, esto equivaldría a hacerlo el amo del mundo. Si es lo suficientemente inteligente y sabio para dominar ese gran poder, el mundo estaría en buenas manos, pero si no lo es, entonces sería desastroso, por eso es mejor así y es mejor que la mayoría piense que esto es una charlatanería.

Por último, dirigiéndome al gran estudiado, le dije, Nunca digas que algo no es verdad cuando no puedas demostrarlo.

Texto agregado el 02-08-2007, y leído por 144 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
04-08-2007 La astrología coo ciencia es muy inexacta, almenos el hombre no tiene los conocimientos para tratarla como ciencia. Si bien he encontrado cosas ciertas en la astrología tambien hay ciertas inconcistencias. Lo que dices al final es muy cierto y se refiera a muchas cosas. Por último te sugiero que separes los dialogos de la narración.4* Jonh
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]