Un simple desplazamiento de mis dedos, transformó en mi teclado la palabra amor en s,pt. Del mismo modo, y por un desconocido motivo, de un día para otro, te hiciste irreconocible para mí. Acaso fueron los sentimientos los que sufrieron una extraña mutación, o fue alguien que guía mis pasos, quien desplazó unas cuantas milésimas en mi corazón esa sensación tan vaga y a la vez tan rotunda en su nominación. No lo sé y es probable que tú tampoco lo sepas.

Quizás sea que el desamor, la desilusión, la simple confusión de sentimientos o el despecho, que a menudo disfrazamos con la indiferencia, los que reciban en realidad esa denominación, cuatro palabras que son la antítesis de la miel que embadurna nuestra razón, la antípoda de los sueños, el despertar aciago después de una velada en que el alma sobrevuela ingrávida e insustancial.

Sea como fuere, mis dedos se extraviaron en el teclado y ya sin piso cierto, se trenzaron entre ellos para dibujar una plegaria desconocida…