“Intentar ser un artista,
es propio de soñadores...
y para llegar muy alto,
hay que empezar el oficio,
por la base, lo cercano.

Muy cerca de mi pupitre,
justo al lado, a mi derecha,
tengo el modelo apropiado
para empezar ensayando,
los detalles, perspectivas
para un perfecto retrato”.

AMPARO

Ya llevamos varias clases,
buscando la perspectiva,
los contornos, las medidas
de botellas, un paraguas...,
y hasta un tarro, una maleta
colocada en una jaula.

Y en ese trajín de notas,
de cálculos, mediciones,
miradas y observaciones,
tropiezan mis pensamientos
con recuerdos y momentos,
que sin saberlo, siquiera,
me acerca mi compañera.

Todo su cuerpo, su cara,
tan luminosa, tan clara,
sus grandes ojos, tan bellos,
sus blancas manos, su pelo,
entre tangos y baladas,
me llevan hasta Rocío:
< estrella de cine y canto,
monumento femenino,
y apellidada Durcal. >

Y ya en clase de dibujo,
sus labios frescos, hermosos,
sus dientes blancos, iguales
suave y firme el maquillaje,
determinan el modelo
para un precioso retrato.