Pummp – el sonido seco del balón en el rostro….
Ahhh – el débil quejido del mono que cae al suelo sin revolcarse, vuelvo a coger el balón del rebote y una vez mas, antes de que se pare, pateo con toda mi fuerza esta vez en su espalda, el balón rebota lejos… segundos de suspenso esperando que se pare el mono y se me venga encima, pero esta vez no me voy a dejar con el muy marica que nunca quiere perder, es un mañudo tirando allí en el piso, como si no le conociera esta esperando que acorte distancia para no fallar su acometida. En vez de acercarme me alejo varios pasos y me paro a esperar la distancia me da seguridad si de pronto se para y se abalanza tendré tiempo para correr hasta la gruta y de allí a la entrada del barrio ahí no se animará a hacerme nada hay demasiada gente y ya le conocen de pendenciero y abusivo.
Estamos a mano monooo… le grito
A lo lejos la campana de la iglesia llamando a la misa de 6, como única respuesta…mierda ya va a oscurecer si no recojo mi pelota este mono maleante ya no la devuelve nunca, comienzo a caminar en redondo manteniendo mi distancia del momo y acercándome al balón, ahora puedo verle de frente esta con sus ojos cerrados, tres pasos mas agarro el balón si se me lanza ahora me acorrala contra el farallón, que soy cojudo no he pensado en eso, y comienzo a desandar el camino casi corriendo pero el mono ni se mueve. Comienzo a sentir una sensación extraña en el estomago, creo que esta desmayado, es mi oportunidad de hacerme gas, pero un nuevo tipo de miedo me comienza a invadir miro hacia todos lados buscando a alguien, nada nada…
Varios minutos…agarro una piedra y le arrojo, corta…otra larga ohh en plena cabeza ¡perdón mono! Se me sale y nada, ¡esta muerto! vuelvo a mirar hacia todos lados y luego empiezo a caminar a trotar y a correr hacia el barrio voy ganando terreno y la prematura oscuridad invernal también ¡¡Joseeé!! Me paraliza el grito, donde te has metido tu mama desde hace rato te esta buscando – este…doña Lucha…esque… nooo – anda de una vez sonso te vas ha hacer pegar. Otra vez la carrera y en la puerta de mi casa esta el policía de la seccional ¡hablando con mi mama! Uno , dos pasos y José Ordóñez Parra de 12 años de edad criminal confeso, se presenta. Estas son horas de llegar? Te agarraría a palos si no estuviera tan afligida si supieras las cosas que están pasando y tu embobado con tu pelota de fútbol – el policía se dirige ahora a mi - tienen que tener cuidado hijo hay artos maleantes que están andando por la zona, estoy hablando con todos los vecinos para organizarnos en rondas de vigilancia los tres policías de la seccional no abastecemos para cubrir todo, ojala todos los jóvenes se dedicaran al fútbol como vos y no fueran unos mal entretenidos. Cuando se va el policía comienza la buena de mi madre mira tu ropa crees que no me cuesta lavar? Y miro lleno de horror las nítidas marcas de la pelota en mi polera y pienso en la cara del mono marcada por el pelotazo, doña lucha me vio llegando del farallón con mi pelota, mi madre me vio ¡el policía me vio!