Y con la noche he repetido frases
aquellas antiguas y facinerosas.
Me gusta dormir entre una media
en la mera rivera
y descansar hasta que me acuerde.

La noche toma su tiempo en venir
los últimos rayos de sol no son nada;
falta algo que hace que me pierda.

Con mis pasos,
aquellos que un día lucharon en la guerra,
transito en cada invierno y verano que se acerca;
sin anunciar su retiro.
Y me gusta descansar.

Sobre los pétalos de una rosa desnuda
transcribí un nombre,
nombre que insinuaba todo.
Pero siempre digo que me gusta descansar.

Fue una noche, tibia y humead
cuando el rayo sonó en mis lerdos oídos.
Suavemente me levante, en aquella noche,
y con los parpados palpitando, camine lento,’
muy lentamente.
Me gusta descansar, pero hoy no quiero.
Mis recuerdos llegaron
como ladrón de esquina
como llena en el verano
como su presencia en este día.

Hoy me acuerdo de esa maldita noche
y con que pesar termine de despertar.

Y me gusta descansar en la hora de ocio.

Viene una nube y apaga todo lo vivido; pero,
me acuerdo de escribir
y cantar que estoy descansando.