Hay dos tipos de países pobres:
1) Los que sólo tienen pobreza, y ...
2) Los que además de éso, tienen recursos energéticos, apetecibles y necesarios, para los países ricos.
Lamentablemente, ésto último, lejos de ser una ventaja para ellos, es su ruina.

La mirada del mundo ha girado hacia Latinoamérica, hacia un pequeño país del sur. Su gesto ha abofeteado en la conciencia ciudadana occidental:
¡Es extraño que un país tenga que nacionalizar algo, que por naturaleza le es propio!.
Los ciudadanos se complacen con ése gesto; pero en el mundo globalizado en el que vivímos, y dónde reinan las multinacionales, éstas no pueden permitir ni permitirán, que ése proceso salga adelante. Sería un precedente para otros muchos países, y un zarpazo enorme para los consejos de administración de las mismas, que los pondría en la picota:

-¿Menos beneficios? ¡Inaceptable! Eso no entra en nuestro vocabulario.
-Daremos más dádivas a los dirigentes políticos. Siempre nos ha funcionado en ésos países, es sólo una cuestión de precio. Y si no … acaso quieren ¿Mano dura? ¿Son ingenuos o están locos?
-En fin, si es necesario enviaremos a nuestros ejércitos para salvar al pueblo boliviano de … mmm … bueno, ¡que alguien invente una excusa!

“La mente ociosa, es el patio de recreo del diablo”